Sarmad asistió hoy en Madrid al acto de presentación de la Unidad de Apoyo ante Desastres (UAD) Ciudad de Madrid, que corrió a cargo del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. El embajador y el alcalde saludaron a los integrantes de los dos equipos del Samur-Protección Civil que han prestado ayuda humanitaria a las víctimas del seismo en Pakistán, el segundo de los cuáles ha vuelto hace escasos días a Madrid.

El embajador de Pakistán señaló a un grupo de periodistas que éste es el desastre más grande vivido en el país, y dijo que en la actualidad más de 3 millones de personas están sin hogar. "Estamos intentando recuperarnos poco a poco, pero los puentes, las carreteras y los caminos están destruidos totalmente y todavía hay áreas a las que no se pueden llegar", dijo.

Explicó que la situación de desastre es más caótica actualmente por las condiciones climáticas. "Si no tenemos la ayuda necesaria, como tiendas de campaña, ropa de abrigo y medicamentos, la situación se volverá más catastrófica todavía, porque las previsiones dicen que lloverá en los próximos días y la situación se hace más difícil en las zonas montañosas".

El embajador de Pakistán agradeció la ayuda de la ciudad de Madrid a su país. Indicó que ha tenido la oportunidad de ver cómo trabajan estos equipos humanitarios, de los que destacó su profesionalidad, y dijo que gracias a ellos y a los de otros países ha sido posible asistir a las víctimas en los lugares más recónditos del país.

MISIONES MUNICIPALES

Fernando Prades, integrante de uno de los equipos municipales de ayuda humanitaria que se ha desplazado a Pakistán, explicó que asistieron a 2.000 personas en la Cachemira pakistaní.

"Somos profesionales vocacionales y en cuanto nos necesitan, nos ponemos a su disposición", indicó Prades, a quien la experiencia de todos los días le da el bagaje suficiente para poder afrontar estas misiones y soportar situaciones difíciles.

Según Javier Quirogas, otro de los participantes en la misión en Pakistán, "nuestra ayuda es una gota en medio del océano, pero es un reto importante y una satisfacción enorme y aprendemos muchísimo para si tenemos que actuar aquí ante una catástrofe".

Quirogas explicó que, una vez desplegados allí, "se corre como la pólvora que hay un hospital español y llegan muchos pacientes, muchos de ellos niños, a los que empezamos a atender". Añadió que el trabajo sobre el terreno se realiza a un ritmo frenético.

Pero la de Pakistán no ha sido su única misión, también han estado ayudando de manera voluntaria en Sumatra, El Salvador y Marruecos, "y de cada una nos hemos traido una experiencia", según dijeron.