En la presentacióndel proyecto de Ley del Ruido que ayer aprobó el Consejo de Ministros, Elvira Rodríguez señaló que la planificación urbanística y territorial deberá tener en cuenta los objetivos de calidad acústica.

Los objetivos de esta norma básica son prevenir, vigilar y reducir la contaminación acútica para evitar los riesgos y reducir los daños en la salud humana, los bienes o el medio ambiente, así como para proteger el derecho a la intimidad de las personas y el disfrute de un entorno adecuado.

La futura ley aborda este problema ambiental teniendo en cuenta la percepción y el nivel de ruido que recibe el ciudadano. Por primera vez, se establecerán parámetros comunes sobre la contaminación acústica para todo el territorio español. Este proyecto incorpora a nuestra legislación la directiva eurpea que tiene fijado un plazo máximo de transposición hasta el 18 de julio de 2004.

La ministra explicó que la nueva norma se aplicará a todos los emisores acústicos, es decir, actividades, infraestructuras, equipos, maquinarias o comportamientos que generen contaminación acústica, de forma integrada, porque todas las fuentes se deberán considerar conjuntamente.

El Gobierno fijará objetivos de calidad acústica para cada una de la zonas, según los distintos usos del suelo (residencial; industrial;recreativo y de espectáculos; sanitario y docente; con infraestructuras de transporte o equipamientos públicos y espacios naturales, entre otros). Además, el Gobierno establecerá los objetivos de calidad en los espacios interiores habitables de las edificaciones.

Según la futura ley y en una primera fase, deberán contar con mapas de ruido, antes del 30 de junio del 2007, las 15 grandes ciudades españolas con una población superior a 250.000 habitantes; los 24 grandes ejes viarios con más de 6 millonesde vehículos y con una longitud total de 2.546 kilómetros.

También deberán contar con mapas de ruido los grandes ejes ferroviarios que superen los 30.000 movimientos de trenes al año, que se estima que serán alrededor de una tercera parte de la red total de ferrocarriles.

Finalmente, Rodríguez destacó que la futura ley establece la obligación de realizar planes de acción, que pueden ser tanto preventivos como correctores. Estos deben corresponder a los ámbitos territoriales de los mapas de ruidotienen que fijar acciones prioritarias para cumplir los objetivos de calidad acústica y prevenir el aumento de la contaminación acústica en zonas tranquilas.