Con ess manifestaciones, responsables de la compañía gala se desmarcan de un proyecto de inversión para participar en Fesa-Enfersa junto con la marroquí Office Cherifien Phosphates (OCP), que ha anunciado su intención de buscar socios industriales que la acompañen en la toma de control del grupo español de fertilizantes, perteneciente a Ercros, mediante una ampliación de capital.

Así lo indicaron a Servimedia fuentes de Elf, cuya filial de fertilizantes, Atochem, es una de las más importantes de Europa, al iempo que señalaron factores estratégicos que aconsejarían no realizar actualmente inversiones en la principal empresa de fertilizantes española.

Entre los motivos señalados, figuran las "serias dificultades" que atraviesa Fesa-Enfersa, y la imperiosa necesidad de que haga un fuerte saneamiento de sus cuentas para afrontar una situación de competitividad como la que se avecina.

Según indicaron, las negociaciones del GATT sobre comercio internacional forzarán una mayor competitividad en esta franj de mercado, a la que se sumará la previsible caída creciente de la demanda de fertilizantes en la CE, mercado potencial de Fesa-Enfersa, como consecuencia de la política comunitaria de arrancar cultivos y dedicarlos a reforestación.

Los responsables de Elf señalaron a Servimedia que no existen conversaciones con el grupo Ercros para acordar la entrada de Atochem en el capital de Fesa-Enfersa, y sus condiciones de hacer la empresa rentable antes de entrar en su capital ya fueron expuestos a la direccin de OCP cuando esta anunció su intención de entrar en la firma española de fertilizantes.

La propuesta en la que trabaja OCP es la de tomar el control de Fesa-Enfersa, mediante la adquisición de un 51 por cien de su capital, al tiempo que asumiría su gestión antes de que finalice el presente mes de junio.

La ampliación de capital de OCP sería de unos 7.000 millones de pesetas, y se realizaría sobre una sociedad excindida de Ercros, con todos los activos de fertilizantes que engloban el grupo Fes-Enfersa, que asumiría una deuda de 21.000 millones de pesetas y dejarían al grupo petroquímico de Torras-KIO "libre" de su principal fuente de perdidas y endeudamiento. Fesa-Enfersa "cosechó" unas perdidas en 1992 de unos 30.000 millones de pesetas.