La consejera, que recibió en su despacho al delegado gubernamental, se mostró "satisfecha" de esta primera entrevista y declaró a Servimedia que, aunque hay "dificultades", espera que este poblado chabolista pueda desmantelarse lo antes posible, ya que al estar cercano a un colector, en caso de producirse lluvias podría desaparecer (el asentamiento).

La posible salida para los inigrantes de Peñagrande sería, antes de desmantelar el poblado, facilitar a los hombres su acceso a viviendas en alquiler y a las familias, poder optar a una vivienda del IVIMA -Instituto de la Vivienda de Madrid-, "en igualdad de condiciones" que el resto de madrileños.

Según el último censo del Poblado de Ricote, donde habitan en Peñagrande los inmigrantes marroquíes, en esa zona viven 675 personas en 207 chabolas.

Las negociaciones entre las distintas administraciones para solucionar ese problea se remontan a meses atrás, pero hasta la fecha no hay nada, aunque la consejera espera resolverlo lo antes posible.