Gómez de Liaño llegó pasadas las 13.00 horas al Hospital Gregorio Marañón para tomarle declaración por el asesinato del psicólogo de la prisión de Martutene Francisco Javier Gómez Elosegui. Poco después lo hacía el fiscal encargado del caso, Ignacio Gordillo, junto con la médico forense de la Audiencia Nacional, que recnoció al terrorista.

El magistrado, de Liaño, que había ordenado su traslado e ingreso en el Gregorio Marañón desde el centro hospitalario donostiarra de Nuestra Señora de Aranzazu, visitó anoche, junto con Gordillo, a Elejalde. Anoche mismo dictó orden de incomunicación, que fue levantada esta tarde tras tomarle declaración.

Esta circunstancia permitió a Elejalde recibir en la habitación del hospital donde está ingresado la visita de su hermano y de los abogados que le asisten Aitor Ibero y Ainha Bablietto, ambos de Gestoras Pro-Aministía.

DENUCNAI TORTURAS

A la salida de su visita, Ainhoa Bablietto declaró a los periodistas que Elejalde mantenía su declaración policial de que había sido objeto de torturas durante los días en que fue sometido a interrogatorio policial en la Comisaría de San Sebastián.

La abogada defensora del presunto etarra afirmó que éste, "tiene todavía huellas de golpes, los ojos, la espalda y brazos totalmente amoratados, pero se encuentra consciente y lúcido". Al respecto, Elejalde comunicó al juez Gómez de Liaño haber sido objeto de malos tratos y golpes, que en ningún momento tuvieron lugar durante la detención.

Según el relato que hizo a sus abogados el presunto etarra, en el momento de su detención el pasado martes se le acercó, en efecto, un vehículo a baja velocidad que le hizo caer y como consecuencia ello se hirió levemente en la palma de la mano al contacto con la gravilla.

Afirmó que la detención "fue muy pacífica", que tiró el arma al seridentificado por la policía, y reiteró que "todos los golpes que tiene comienzan desde que él ingresa en comisaría, antes de que le lleven a la casa de socorro.

Desde ese momento, continuó la abogada del presunto etarra, "empezaron a pegarle y estos golpes se repiten durante todo lo que es la detención y entre los interrogatorios". Asimismo explicó que los golpes en la espalda se produjeron "porque le ponían de rodillas contra una persona, apoyado en sus rodillas, y le daban golpes con algo que desconce".

Fernando Elejalde ingresará en prisión inmediatamente que reciba el alta médica. Mientras, permanecerá en el hospital Gregorio Marañón en calidad de ingresado en prisión bajo la vigilancia permanente de un agente del Cuerpo Nacional de Policía. Los regímenes de visita serán los normales de un centro penitenciario.