A PLAZOS

En el caso de la deuda en divisas, según las mismas fuentes, Unesa desea que Industria autorice al sector a no reflejar en sus balances de 1992 los 70.000 millones de pesetas que les cotará a estas empresas la devaluación de la peseta, salvo los créditos que vencen este año.Los responsables de la patronal eléctrica consultados reconocen que la medida supondría un "laudo" para el sector, ya que la ley obliga a repercutir esos costes financieros en el balance, pero advirtieron que no sería la primera vez que se hace algo así, "ya que también el Banco de España autorizó recientemente a bancos y cajas a tomar medidas extraordinarias por el mismo motivo".Respecto a las tarifas, Unesa o recomienda en su informe un aumento concreto del recibo de la luz del año próximo, pero sí advierte que 1992 concluirá con una clara desviación de los precios sobre la primera previsión oficial de inflación (5 por cien), ya que en septiembre llegó al 4,9.

TARIFAS ELECTRICAS

Para Unesa, la decisión de Industria de permitir una subida global de la tarifa del 3,2 por cien es claramente insuficiente, ya que este incremento no permitirá enjugar las pérdidas del sector por los desequilibrios generados e el ejercicio, ni cubrirá el incremento de IPC previsto por el Gobierno para el año que viene, 5 por cien.En el informe, las eléctricas piden también a Industria un aplazamiento de las inversiones previstas en el Plan Energético Nacional (PEN). Feliciano Fuster, inspirador de la idea, justifica la medida en la necesidad de no precipitarse en gastos que pueden ser innecesarios, a juzgar por la evolución de la demanda.Además, Fuster señala que el sector debe aprender de experiencias pasadas, y recuera que la deuda actual de las empresas eletricas, en torno a 3,8 billones de pesetas, supone unos costes financieros muy altos por la construcciones de nuevas instalaciones que no respondan totalmente a las necesidades del momento.