La revista Consumer, editada por la Fundación Eroski, explica que las indemnizaciones no serán cantiosas, porque no podrán superar el 10% de la factura anual y porque los cortes deben superar unos mínimos: más de 12 cortes al año en zonas urbanas y más de 24 cuando se trate de zonas rurales.

La indemnización resultante se descontará de la factura en los tres meses siguientes al año en que hayan ocurrido los apagones, si bien las empresas suministradoras de electricidad no pagarán nada por interrupciones de suministro eléctrico programadas, las solicitadas por Protección Civil o la policía, o lasproducidas por fenómenos atmosféricos.

La normativa establece que las eléctricas deberán indemnizar a sus clientes con descuentos en la factura, al estar obligadas a ofrecer un servicio regular con un mínimo de calidad.

Para recibir las indemnizaciones, lo primero es escribir una carta al servicio de atención al cliente de su compañía eléctrica, con el fin de explicarle lo sucedido. Si la compañía no contesta, el paso siguiente sería reclamar ante el órgano competente de energía de la comunidad atónoma correspondiente.