ELECCIONES VASCAS. REDONDO CONDICIONARA SU PARTICIPACION EN EL GOBIERNO A QUE NO HAYA REVANCHISMO
- "No espero ninguna zancadilla del señor Aznar", dijo el candidato socialista para el caso de ser el nuevo lehendakari
- Redondo advierte a los electores del PNV que tendrán que elegir entre el nacionalismo rural y el liberal
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El candidato a lehendakari vasco del PSE-PSOE, Nicolás Redondo Terreros, asegur hoy que tras las elecciones del 13 de mayo su partido condicionará la posible participación en el Gobierno vasco a que no haya actitudes revanchistas.
En el curso de una reunión informativa organizada por el Club Internacional de Prensa en Madrid, Redondo aseguró que después de las elecciones "vamos a estar en situación de poner condiciones. Va a haber un cambio y va a haber cambio sin revancha, sin pasar factura".
Tras explicar su posición, Redondo insistió en que no conoce la postura del PP eneste punto y en que los pasos dados por el PNV hacia la radicalización en los últimos dos años hacen difícil un cambio de actitud que no puede materializarse con "un lavado de cara".
El candidato socialista repite machaconamente que el PSE no tiene política de pactos y que su estrategia en este asunto se decidirá a partir del día 14 de mayo a la vista de los resultados de las elecciones y del mandato de los ciudadanos.
Pese a que el PP trata de transmitir la idea de que ese acuerdo está prácticamnte hecho, el líder socialista aseguró que no hay ningún pacto con otros partidos. Insistió en que no siente "ningún complejo" por coincidir con el PP en la defensa de la Constitución y de las libertades, un terreno en el que "no tiene porqué haber diferencias entre izquierda y derecha".
Sin embargo, advirtió que "los diferentes talantes, el pasado, el presente y el modo de ver el futuro" le diferencian claramente del candidato del PP, Jaime Mayor Oreja.
Si finalmente hubiera pacto con el PP, lossocialistas seguirían una larga "tradición" pactista que tuvo su primer exponente en Indalecio Prieto, que llegó a un acuerdo con la derecha en San Sebastián, y que posteriormente recogió Felipe González al consensuar con UCD en la transición. Pactar es, según Redondo, "coincidir con la más noble e inteligente tradición de los socialistas".
NACIONALISMO RURAL O URBANO
Más difícil parece ser el posible acuerdo con el PNV que, según dijo, está ante una encrucijada que hará decidir a los militantes ente un "nacionalismo radical y rural" y un nacionalismo de "naturaleza liberal y urbana" que representa la tradición en el PNV.
El PSE defenderá el día 14 de mayo un gobierno constitucional, estatutario, la recuperación de la unidad democrática y un gobierno que dedique todas sus energías a terminar con ETA en un combate policial, judicial y político.
Redondo entiende que es difícil que el PNV asuma tales valores después del camino que ha recorrido en los últimos dos años hacia el radicalismo y cre que es "necesario" que el PNV pierda las elecciones para poder abordar su renovación interna.
En esta línea, el dirigente socialista insistió en que su intención será poner a los electores "frente a la responsabilidad de decidir sobre el futuro del País Vasco" y en este sentido alentó a los liberales del PNV a votar a quien crean que mejor va a representar sus ideas, con independencia de las siglas.
DEBATES
En cuanto a la celebración de debates preelectorales, Redondo aseguró que no tiene incoveniente alguno en participar en cuantos sea preciso, con la salvedad de que no sea invitada EH que no rechaza la violencia, ni acepta las reglas de juego democrático.
Sin embargo, no encuentra razonable la propuesta del candidato popular, Jaime Mayor Oreja, quien desea debatir con Arzalluz y no con el candidato del PNV, Juan José Ibarretxe.
"No me parece razonable que los debates sean con Arzalluz porque eso es darle más cuartelillo y ya lleva demasiado tiempo mandando en la sombra, pero si se hce un debate así a mí no me disgustaría estar".
"Lo más razonable", concluyó el candidato socialista, "es que los debates se produzcan entre los candidatos".
ZANCADILLAS
El candidato del PSE aseguró, por otra parte, que su primera medida de gobierno si llegara a la lehendakaritza, sería llamar a todos los partidos políticos para tratar de reconstruir la unidad democrática mediante un diálogo en el que sólo participarían los que aceptasen las reglas del juego democrático y rechazasen la violenci como medio de conseguir fines políticos.
En caso de ser nombrado lehendakari, Redondo confía en que sus relaciones con el Gobierno central dirigido por José María Aznar serían fluidas. "Yo no espero zancadillas del señor Aznar", dijo.
Es más, el candidato socialista se mostró convencido de que el presidente del Gobierno central "estaría satisfecho de tener un Gobierno socialista en el País Vasco", que serviría para demostrar que tiene "mayor largueza de miras" de las que algunos atribuyen al lídr del PP.
Según explicó, una de las primeras reformas que abordaría desde el Gobierno vasco sería la reforma de la enseñanza de manera que sirviera para inculcar a los jóvenes una serie de valores éticos que ahora no se transmiten en los centros educativos.
Uno de los objetivos primordiales de dicha reforma sería impedir que los profesores tengan miedo y garantizar la introducción del mestizaje y la pluralidad como valores primordiales. Y ello sin realizar un ataque a las ikastolas o a la educacin en euskera.
En definitiva, el PSE quiere trasladar el debate sobre la paz y la libertad a las escuelas y, para ello, incluso contempla la creación de órganos que permitan intensificar los contactos con los padres y en especial con las familias de jóvenes implicados en la kale borroka (violencia callejera).
En cuanto a la política lingüística, Redondo aseguró que impulsará el bilingüismo sin imponer ninguna de las dos lenguas. "El euskera no tiene anemigos como no sea el propio nacionalismo que o ha convertido en un instrumento político y probablemente le ha hecho un daño irreparable".
(SERVIMEDIA)
10 Abr 2001
SGR