En declaraciones a la Ser, Otegi explicó que EH "ya tiene decidido" qué hará el día después de las elecciones y añadió "no creo que nos abstengamos nosotros en la elección de Mayor ¿eh?". Preguntado si eso significa que van a votar en contra, dijo "ya veremos lo que hacemos".

Otegi no ha querido responder si finalmente apoyarían un gobierno presidido por el candidato de PNV-EA, Juan José Ibarrete, porque "el dbate no es Ibarretxe-Mayor" porque el debate para EH es "Estatuto y Constitución o soberanía para el Pueblo Vasco". "El problema no es que haya un `lehendakari` autonomista de PNV o PP. Lo que queremos es un `lehendakari` soberanista y, desgraciadamente, en estos momentos no creemos que Ibarretxe sea ese `lehendakari`"

A la pregunta de si EH va a estar en el próximo Parlamento Vasco, el dirigente de la coalición señaló que "nosotros nunca hemos cerrado la puerta para ir al parlamento". Ha recordado qu EH plantea una dinámica institucional "estable" en todos los ayuntamientos, Diputaciones y en Udalbiltza, y "una actividad discontínua" en el Parlamento Vasco.

"Nosotros no cerramos la puerta", a pactar con PNV-EA, ha advertido Arnaldo Otegi. "Las condiciones son simples: queremos un gobierno de unidad `abertzale` y popular para poner al servicio de un nuevo marco por la soberanía de este país las instituciones de Vitoria", dijo.

Falta por saber, añadió, qué quiere Ibarretxe, aunque advirtió: "mcho sospecho yo que tenga una cierta tentación por hacer un pacto con el PSOE".

En cuanto a las previsiones de bajada de EH que dan las encuestas, Otegui señaló que "si alguien espera el desplome de EH, va de cráneo. No va a haber desplome de EH. Eso es una cosa que yo puedo asegurar", insistió.

Otegia no ha querido condenar el terrorismo porque sería estéril ha dicho, en medio de un conflicto de 150 años de historia y se ha preguntado por qué no se pide al presidente de la Autoridad Nacional palstina (ANP), Yasser Arafat, o al Sinn Fein que lo haga, y a EH sí.

Ha advertido que esas son ganas de no resolver el conflicto porque ningún negociador que quiera negociar plantea condiciones imposibles para una de las partes.