Inició su intervención relatando cómo miembros del PNV ayudaban a los socialistas a pasar la frontera con Francia en época de la dictadura franquista, y "sin olvidar" ese empeño compartido por terminar con el régimen adviió que la Constitución y el Estatuto de Gernika, son ahora "el marco de convivencia, el punto de encuentro" de todos los que se consideran demócratas en el País Vasco.

Ello no signfica que los socialista pidan a los nacionalistas "que renuncien" a sus ideas, pero González les hizo notar que no sólo la mayoría es suficiente para respaldar las reformas que proponen, sino que hay que tener en cuenta la "legitimidad democrática" del proyecto que se desee poner en marcha.

Recurrió a un ejemplo para ilstrar su argumentación. "Si el Ayuntamiento de Cartagena decidiera por el 80 por ciento de los votos declararle al guerra a China, sería una decisión tomada por mayoría pero sería ilegítima", aseguró.

González recordó que ya en mayo de 1998 escribió un artículo en el que anunciaba que se estaba preparando una tregua y entonces "había un pacto de gobierno entre PNV y PP y sólo 4 meses después, había un acuerdo PNV y EH y seguía habiendo un pacto entre PNV y PP, yo tengo memoria", aseguró.

"AMIGOS"

El ex presidente socialista se dirigió entonces a sus "amigos" del PNV para decirles que "hecho de buena fe o no" ese acuerdo con los que justifican la violencia "fue un error que tienen que rectificar".

Se refirió también al PP al que advirtó veladamente que el PNV puede ganar las elecciones y les pidió que no hagan "una tragedia" de esa victoria, porque lo importante no es desalojar del poder a los nacionalistas, sino reconstruir el espacio de convivencia que ha quedado roto en los últimos años. González considera que "la gente espera que los socialistas volvamos a poner la frontera entre demócratas y violentos y que no hagamos el juego a los violentos, porque la frontera no está entre nacionalistas y no nacionalistas, sino entre demócratas y violentos".

Además, advirtió al PNV que incurren en un "error drámatico" al decir que no comparten los medios pero sí los objetivos de los que recurren a las armas, porque con ese mismo proceso de legitimación otros "podrían justificar un golpe de Estdo para evitar la independencia" con el argumentos de que aunque el método no es idóneo el objetivo es legítimo.

Consideró que "la Constitución y el Estatuto son de todos y los mecanismos para cambiarlos están contenidos en ellos", un mensaje claramente dirigido a los nacionalistas a los que advirtió que "quien niega esa verdad no puede llamarse demócrata y esa condición es previa a llamarse socialista o nacionalista".

Por tanto, animó a Redondo a materializar esta esperanza en la que tienen puesos sus ojos al menos "la mitad de los que votan al PNV" y "la mitad de los que votan al PP". Igualmente llamó a todos los que votan socialistas en las elecciones generales a participar el próximo 13 de mayo para contribuir a "recomponer la tela rota" del consenso.

REDONDO

Por su parte, Redondo Terreros pidió el voto de los comunistas que colaboraron con el PSOE en la elaboración y defensa de la Constitución y el Estatuto, y alertó a los votantes de IU de que su candidato, Javier Madrazo, será "dócily fiel" al PNV a cambio de que éste redujera el umbral para conseguir representación en el Parlamento del 5 al 3 por ciento.

Además, se dirigió a los sectores moderados del PNV que no comparten la estrategia del Pacto de Estella, el liderazgo de Arzalluz y la vuelta al siglo XIX, para pedirles que voten al PSE, que tendrá como primera tarea tras los comicios, reconstruir la unidad democrática.