Ardanza destacó ue una buena parte de la sociedad vasca ha vuelto a depositar su confianza en el PNV, "a pesar de que todos hemos padecido una recesión económica importante, con un alto nivel de desempleo".

"La gente ha tenido confianza en que lo que estábamos haciendo era lo que cabía hacer y lo que se debía hacer en unas circunstancias realmente negativas", aseveró.

Ardanza puso de relieve que una vez más el PNV es el partido sobre el cual pivota la "gobernabilidad, la vertebración y la cohesión social" del Pas Vasco.

En este sentido, dejó claro que su partido se esforzará por "administrar bien" la confianza depositada por los ciudadanos, dando respuesta a compromisos adquiridos en la campaña, relativos al desempleo, a la formación y a la competitividad.

PROFUNDIZAR EN EL AUTOGOBIERNO

Otros retos del PNV, según Ardanza, son el reparto solidario de la riqueza en la sociedad vasca para que no haya bolsas de marginación, la profundización en el autogobierno y el esfuerzo permanente para conseguir defintivamente la paz.

"Sobre estos ejes va a pivotar el futuro gobierno", precisó, "y ése es el compromiso que asumo ante esta sociedad. Reconozco que las cosas no son fáciles, pero confío en formar un gobierno lo más integrador y lo más fuerte posible".

Por su parte, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, dijo que el objetivo fundamental de su partido era conservar los 22 escaños de la última legislatura, al tiempo que destacó el hecho de haber roto la barrera de los 300.000 votos.

Arzalluz serefirió, aunque sin citar nombres, al incremento de fuerzas como el PP e IU y manifestó: "Tenemos un partido muy consolidado, al margen de avatares, de tiempos malos y de subidas que pueden ahora ser espectaculares y que luego pueden convertirse en bajadas espectaculares. Determinados partidos que eran marginales, el que hayan doblado sus resultados, eso no está en el orden natural de las cosas".