ELECCIONES. EL PSOE SE ERIGE EN UNICO GARANTE DE LA ESTABILIDAD Y LA COHESION EN CATALUÑA Y EN ESPAÑA
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La dirección del PSOE considera que el resultado de las elecciones catalanas abre un escenario difícil de gestionar y que sólamente un Gobierno nucleado en torno al candidato socialista, Pasqual Maragall, garantizaría la estabilidad de esta comunidad autónoma y su cohesión con el resto de España.
Esta es la principal conclusión del Comité de Estrategia del PSOE, reunido esta mañana para analizar el resultado de las elecciones utonómicas y de cuyo contenido informó en rueda de prensa por la tarde uno de sus miembros, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Rodríguez Ibarra explicó su papel de portavoz de esta reunión por la ausencia de la habitualmente encargada de hacer esta tarea, Carme Chacón, que se encontraba en Barcelona en la reunión de la dirección del PSC, y también por su deseo de responder personalmente a la "utilización" que de unas palabras suyas han hecho desde el PP.
"Con obleza pero de forma algo estúpida", recordó el propio Rodríguez Ibarra, recientemente dijo que Aznar no debería abandonar la política en un momento "difícil", y lo dijo, precisó, por entender que no tiene la misma dimensión de las cosas quien pretende seguir ganando elecciones que quien se va.
El hecho de que a un ofrecimiento de "ayuda" para hacer frente al "Plan Ibarretxe" el Gobierno responda "escupiendo" o "con una bofetada" demuestra, en su opinión, "que no le preocupa la situación del País Vasc, sino utilizarla para zaherir al PSOE" y para "ganar votos en el resto de España", y eso mismo es lo que ocurre con Cataluña.
Especialmente "dolido" se mostró Rodríguez Ibarra con la utilización hecha de estas palabras por Eduardo Zaplana, al que llamó "político trincón". "Yo soy un político decente, estoy en política porque quiero cambiar cosas de esta sociedad, pero él no puede decir lo mismo".
RETO A RAJOY
Rodríguez Ibarra comenzó respondiendo al PP a cuento de Euskadi para pasar a continuaión a Cataluña equiparando ambos análisis y concluyendo que Zapatero tiene que ganar en 2004 "para intentar acabar con este disparate que se está ciñendo sobre la integridad de España" y que es, por un lado, el "Plan Ibarretxe" y, por otro, un "nacionalismo españolista" del PP, reforzado en el resto de España por su "debilidad" creciente en los territorios históricos y metido ya sin remedio en una espiral que se retroalimenta.
Prueba de que el PP "juega traicioneramente con la cohesión territorial de spaña" es, en opinión de Rodríguez Ibarra y también del Comité de Estrategia, el silencio de Mariano Rajoy sobre su preferencia de Gobierno en Cataluña. Aunque allí "no pinte nada", le advirtió, como candidato a La Moncloa "tiene la obligación de decir si prefiere un gobierno nucleado en torno a CiU o al PSC".
Los socialistas están convencidos, explicó, de que el PP prefiere un Gobierno de CiU porque piensa que es lo que más perjudicaría a los socialistas, aunque también sea lo que más puede dañar a Ctaluña y a España a medio y largo plazo.
La "tibieza" en este terreno, alertó Rodríguez Ibarra a Rajoy, puede provocar que en próximos años haya en Cataluña un desafío territorial similar al de Euskadi. Si no se pronuncia, le dijo, demostrará "que ni es candidato ni es nada. Es sólo uno que pasaba por allí".
Frente a esa "irresponsabilidad brutal", Rodríguez Ibarra aseguró que la única preferencia de todos los socialistas para Cataluña es un Gobierno "estable, sin ningún riesgo para la integridadterritorial de España, sin ninguna veleidad rupturista", y eso sólo lo garantiza el PSC con Maragall al frente.
¿CON ERC O CON CiU?
Eso sí, dejan claro que no van a "mendigar" el apoyo de nadie, "no vamos a ir a hablar catalán en la intimidad", y no cederán ante exigencias que puedan poner en riesgo el objetivo perseguido, es decir, la estabilidad y la cohesión.
Con la premisa clara de que la mejor garantía es un gobierno nucleado en torno al PSC, las preferencias de acuerdo se dispersan, si bin todos recuerdan que los socialistas catalanes tienen un alto grado de autonomía y que la última palabra la tendría Maragall. "Sabe más el loco en su casa que el cuerdo en la ajena", decía Ibarra, y, por ejemplo, el propio Rodríguez Zapatero no ha querido detallar su preferencia más allá de recordar que un gobierno "de cambio" es posible.
El presidente de la Junta de Extremadura recordaba públicamente que sería Maragall quien debería decidir quién es su socio, si el resto de las fuerzas de izquierda,es decir, ERC e IC, o si llega a un acuerdo de gobernabilidad con CiU, algo bien visto por buena parte de los dirigentes socialistas. El propio Ibarra precisó en privado que esa es su preferencia personal.
Más allá de lo que ocurra con la formación de Gobierno en Cataluña, Rodríguez Ibarra juzgó indudable que cualquier resultado electoral del PSOE en cualquier territorio afecta a la dirección federal, para bien o para mal.
Sin embargo, dejó caer la idea de que la eventual inestabilidad en Cataluñ puede provocar una "llamada" de los españoles al PSOE, como ha ocurrido "siempre ante momentos difíciles, cuando nos lo jugábamos casi todo", desde el reto de acabar con los conatos golpistas, a la entrada en la Unión Europea.
El PP, insisitió, está inmerso en un "terrible círculo vicioso que se retroalimenta", ya que intenta compensar su debilidad en los territorios históricos radicalizando el "nacionalismo españolista" en el resto del Estado, una actitud que aumenta su debilidad en Euskadi y en Catluña y que le lleva a radicalizarse aún más. Si los ciudadanos perciben esa espiral, aseguró, "llamarán al PSOE para que recupere la estabilidad".
(SERVIMEDIA)
17 Nov 2003
CLC