En una mesa electoral del colegio en el que votaron el ex secretario general de la UGT Nicolás Redondo y su hijo, Nicolás Redondo Terreros, en la localidad vizcaina de Portugalete, dos interventores de HB se pusieron en sus camisetas sendas pegatinas con el anagrma de ETA, con el hacha y la serpiente.

Según relataron testigos presenciales, ambos aseguraron que lo hacían a título personal y compararon su niciativa con la de aquellos que llevan el lazo azul o pegatinas de un partido política.

En el barrio bilbaino de Deusto, un apoderado de HB acudió a una mesa del Colegio Blas de Otero vestido con una camiseta en la que se leía el lema "Zipaioak txakurrak dira" (Los cipayos son unos perros), en referencia a los agentes de la Policía Autónoma Vasca.

El incidente, que retrasó una hora la apertura de la mesa electoral y motivó la presentación de una denuncia por parte de la Ertzaintza por injurias ydesacato, se produjo en el colegio donde votaron los candidatos del PNV a la alcadía de Bilbao, Josu Ortuondo, y a la Diputación Foral de Vizcaya, Josu Bergara.

Tampoco faltaron las referencias a los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. Un interventor de HB colocó unos retratos de los dos etarras presuntamente asesinados por los GAL en el colegio en el que debía votar el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, en Vitoria.

ACTOS DE SABOTAJE

A estos sucesos hay qe añadir los actos de sabotaje que se produjeron en algunos colegios electorales y la pegada de carteles en algunas localidades vascas, firmados por la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) en los que figura la frase "los asesinos llevan lazo azul", además de amenazas a políticos, periodistas, empresarios y policías, a los que se advierte que "tendrán que pagar por lo que han hecho".

Los pasquines incluyen imágenes del rey, Felipe González, José María Aznar, Juan María Atutxa, el coronel de la Guarda Civil Enrique Rodríguez Galindo y el periodista de Euska Telebista José María Calleja.

El texto de los carteles, que han proliferado especialmente en las calles de San Sebastián, lugar del asesinato de Gregorio Ordóñez por ETA, señala que "cuando los pseudopacifistas hablan del lazo, torturan y disparan a los pacificadores".