ELECCIONES GALLEGAS. LOS OBISPOS RECUERDAN LA "OBLIGACION MORAL DE VOTAR" Y DE HACER UNA CAMPAÑA LIMPIA Y VERAZ

SANTIAGO DE COMPOSTELA
SERVIMEDIA

Los obispos de las diócesis de Galicia recordaron hoy, en una carta pastoral hecha pública con motivo de la convocatoria de elecciones para el Parlamento autonmico, la "obligación moral de votar" recogida en el Catecismo de la Iglesia católica y, por parte de los candidatos, de realizar una campaña limpia y veraz.

En la carta pastoral, además de apelar a la responsabilidad del votante, hacen un llamamiento a la responsabilidad de los candidatos y de los protagonistas de la campaña electoral, que deben "actuar con respeto a la verdad y a la dignidad de las personas y del pueblo".

Para ello, los que intervienen en la campaña deberán, según los obispos, "nformar objetivamente sobre los programas políticos que se presentan y evitar la difamación, la ofensa personal y las formas hirientes en el trato del adversario político".

Los prelados gallegos justifican la emisión de una nota pastoral referente a las elecciones autonómicas porque "implican la conciencia de los que se presentan como candidatos y la de todos los ciudadanos con derecho a voto", que, "tanto unos como otros, en su inmensa mayoría, se consideran y profesan cristianos".

Para los obisos gallegos, es muy importante decidir quién ha de dirigir la política autonómica, porque de ella depende en gran medida "todo lo que se refiere a la dignidad de la persona humana en el ámbito individual y familiar". Por ejemplo, de la "comunidad autónoma depende muy decisivamente que se pueda mantener y reavivar el futuro de la educación cristiana de nuestros niños y jóvenes".

A la Iglesia gallega le preocupa especialmente la situación de las familias jóvenes y de las que intentan "labrar su futuro e el mundo rural y marinero", así como el problema del paro, y reconoce que, aunque la responsabilidad del Gobierno central en esta materia es decisiva, también el Gobierno autonómico juega un papel crucial.

Para la lucha contra el paro, los prelados abogan por el "sacrificio y esfuerzo de todos y por las iniciativas generosas y comprometidas de empresarios y trabajadores, que pueden suscitar nuevas fuentes de riqueza y unos estilos de comportamiento social más solidarios".

La pastoral concluye reordando los retos que a partir de ahora se han de afrontar "cristianamente" en la comunidad autónoma, como son el abandono de los ancianos en las aldeas gallegas, la amenaza de la droga y del "consumismo organizado" para los jóvenes, o la integración de los enfermos de sida y de los inmigrantes "que comienzan a asentarse en las grandes ciudades gallegas".

La carta está firmada por el arzobispo de Santiago, Antonio María Rouco, y los obispos de Astorga, Antonio Briva; Tui-Vigo, José Cerviño; Lugo, JoséGómez; Mondoñedo-Ferrol, José Gea; Orense, José Diéguez, y el obispo auxiliar de Santiago, Julián Barrio.

(SERVIMEDIA)
30 Sep 1993
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