El suceso ocurrió poco antes de las ocho de la mañana, cuando los miembros de las mesas electorales, los agentes policiales y el representante de Administración se encontraron con que las puertas del instituto granadino de bachillerato Bola de Oro estaban cerradas.

A requerimiento de la Junta Electora de Granada, el juzgado de guardia dió orden de que se echra la puerta abajo, tras lo cual se localizó al director del instituto y a su secretaria, quienes aseguraron que el conserje de turno había sido informado de sus deberes y de la hora a la que tenía que presentarse para abrir las puertas.

Tras derribar la puerta, las mesas electorales, que tenían que haber sido constituidas a las 8,30 horas, se formaron a las 9,45 horas.