Por contra, la economía y el nacionalismo han constituído el eje de la liza. La política fiscal del PP, con un Aznar que prometía en Logroño "no pedir ni un duro más al ciudadano" h sido el asunto más redicho de la jornada.

Nada menos que Narcís Serra, Alfonso Guerra, Juan Alberto Belloch, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Alfredo Pérez Rubalcaba, han repetido la misma idea con casi las mismas palabras: La política fiscal del PP beneficia a los ricos.

Pero Aznar ha desgranado una cuenta más de su programa. Tras su propuesta fiscal avanza una "segunda reforma laboral", que "provocará incomprensiones", pero a la que, a pesar de eso, considera "imprescindible".

Los pormenore de esa segunda reforma laboral, superpuesta a la llevada a cabo por el Psoe, no se ha explicado, pero Aznar ha dado una pista: le preocupa que en España, "el 40% de los contratos de trabajo son temporales".

Probablemente, esta segunda sugerencia del líder conservador se convertirá mañana en objeto político de controversia. Es la primera vez que Azanar habla de una segunda reforma laboral.

El otro punto de ocnflicto tiene, asimismo, un carácter ideológico global, aunque se hace carne en el País Vsco. Se trata de la pugna entre los partidos de ámbito estatal y los nacionalistas vascos. El más claro ha sido el ministro Borrell. Horas después de que radicales de HB incendiaran la casa del Pueblo del barrio bilbaíno de Ocharcoaga, afirmaba que "el nacionalismo es enemigo del socialismo".

Y para que la frontera resultara más nítida, el líder de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaicoechea, animaba a defender los derechos nacionales del pueblo vasco contra el "Nacionalismo español", expresión ésta que esá alcanzando éxito en la presente campaña.

La guinda de la tarta la ponía el líder del PP en Euskadi y aspuirante a la alcaldía de San Sebastián, cuando afirmaba que la "misma existencia de ETA beneficia al nacionalismo democrático".

Guerra por su parte, ha marcado las notas más altas de crítica. Así, por segundo día consecutivo, el vicesecretario general del Psoe ha vuelto a burlarse de las convicciones cristianas de José MAría Aznar, haciendo mofa de las relaciones del lider popular "con el de rriba". Al tiempo, y tambien por segunda vez, afirmaba que el PP estaba controlado por el Opus Dei.

Otro de las afirmaciones de Guerra consiste en pedir el voto comunista para el Psoe. Tal hizo en Extrmadura el sábado y tal ha vuelto a solicitar el domingo en Murcia. La respuesta le ha llegado por parte del Antonio Romero, candidato de IU a la Alcaldía de Málaga, para quien votar al PSOE es votar "al vampiro" de Jordi Pujol, por lo que ha pedido, a la contra, que el votante socialista se decida por IU

La curiosidad es el silencio, que ya se alarga a todo el fin de semana, de Felipe González, ausente de la campaña.