El estudio de Demoscopia, realizado con una muestra de 16.700 personas entre los días 10 y 15 de este mes, otorga al PP un 43 por ciento de los votos y una ventaja de 16 puntos sobre el PSOE, que contaría con el apoyo del 27 por ciento de los electores. Izquierda Unida (IU) alcanzaría un 15 por ciento de los sufragios.

En caso de confirmarse estas previsiones, el PP aumentaría considerablemente la distancia que le separa del PSOE, ya que en la última confrontación electoral (europeas de 1994 aventajó a los socialistas en 9 puntos, mientras que ahora la brecha sería de 16 puntos.

Por su parte, el diario "El Mundo" publicó hoy otra encuesta de Sigma-Dos, con resultados similares a la de Demoscopia. El partido que lidera José María Aznar obtendría el 41,8 por ciento de los votos y el PSOE el 28,2 por ciento, si las elecciones generales fueran el 28 de mayo. IU sería respaldada con el 14,2 por ciento de los votos.

Frente a este baile de cifras y porcentajes, socialistas y populares contnuaron reaccionando de distinta forma, los primeros para restar importancia al descalabro que pronostican las encuestas y los segundos con llamadas a la prudencia para evitar caer en el triunfalismo.

El secretario general del Portavoz del Gobierno, Miguel Gil, en su habitual encuentro de los lunes con los periodistas, dijo que las encuestas le merecen todo el respeto al Ejecutivo y declinó hacer más comentarios sobre ellas.

Algo más explícito fue Enrique Guerrero, secretario general de Relaciones on las Cortes, quien aseguró que será fácil contrastar los datos de las encuestas con la realidad, "porque en sólo seis días", agregó, "tendremos en nuestras manos la única encuesta eficaz en un sistema democrático, que son las elecciones".

"OFERTA MANA"

Guerrero aprovechó también para criticar el programa de los populares, al que calificó de "oferta maná", comparándolo con algunos ejemplos claros de la Biblia, en los que "se ofrece que los ciegos vean y que los mudos hablen. Siempre hay una oferta ara cada persona y cada necesidad".

Un tono más sereno mostró el vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, quien se cuidó de manifestar que la única encuesta que vale, "aunque sea una obviedad", es la del próximo domingo. Aseguró que los sondeos no son "dogmas de fe" y dijo que se limitan a fijar una tendencia de voto que luego tiene que concretarse en las urnas.

Rajoy explicó que en la recta final de la campaña el PP centrará sus esfuerzos en dirigirse a aquellas personas que en su día votarn al partido socialista y que ahora demandan un cambio político.

El coordinador de campaña del PP reiteró que su partido seguirá trabajando en la exposición de su programa y de sus alternativas, sin entrar en la campaña de descalificaciones que durante los últimos días han protagonizado los dirigentes socialistas y, en concreto, Alfonso Guerra, al cuestionar el pasado demócrata de Aznar.

Rajoy devolvió los "cumplidos" a los socialistas por sus críticas al programa del PP y dijo que el PSOE pareceuna "jaula de grillos", porque intentaron en un principio acotar el ámbito autonómico y local de las elecciones, "y luego han llenado toda España de ministros, hablando de política nacional".

Asimismo, reprochó a los socialistas haber introducido ellos mismos el debate sucesorio respecto al liderazgo en el PSOE y al posible relevo de Felipe González.

El coordinador general de IU, Julio Anguita, hoy por tierras de Murcia, amplió la petición de voto para su coalición a todos aquellos ciudadanos queno se consideren de izquierdas, garantizándoles que IU aspira a ser la fuerza política "hegemónica" del país, con una voluntad clara de gobernar para la "inmensa mayoría".

Anguita manifestó que el compromiso de trabajar para esa inmensa mayoría obliga a buscar el respaldo electoral, "más allá de los límites ideológicos" de IU y de otras fuerzas afines como el PSOE. En este sentido, dejó claro que su coalición "peleará" por cualquier voto, tenga la procedencia ideológica que tenga.

DESEMPLEO

"Nustro programa", dijo, "está hecho desde la izquierda, pero le conviene a la inmensa mayoría. Si uno consiguiese un plan económico que fuese acabando con el desempleo, mucha gente nos votaría, aunque fuese de derechas".

Anguita mostró irónicamente su satisfacción porque Alfonso Guerra no esté poniéndole en el punto de mira preferente de sus críticas, mientras que su compañero de coalición en Andalucía, Luis Carlos Rejón, dio un paso más allá al asegurar que está preocupado por la salud mental del vicescretario general socialista.

Por otro lado, la campaña electoral en Andalucía se ha teñido de luto en los últimos días, ya que tres candidatos socialistas han fallecido a consecuencia de infartos o derrames cerebrales. Se trata del candidato a la Alcaldia de Cantillana (Sevilla) y otros dos compañeros suyos de las localidades almerienses de Huecija y Albox.

José Rodríguez de la Borbolla, candidato socialista al Ayuntamiento de Sevilla, atribuyó hoy la muerte del aspirante al consistorio de Cantilana al "acoso injustificado" que padecen los dirigentes de su partido en la presente campaña electoral.

Otro destacado dirigente socialista, Joan Lerma, descartó hoy su posible nombramiento como ministro en una hipotética reestructuración del Gabinete de Felipe González tras los próximos comicios del 28-M.

"No voy a ser ministro, ni me voy a ir a Madrid. Pienso quedarme en mi comunidd autónoma y, es más, espero ser otra vez el presidente de todos los valencianos", comentó tajantemente para salir l paso de los rumores sobre su incorporación a un futuro gobierno socialista.