Durante una rueda de prensa en Valladolid, donde abre la campaña electoral, Anguita manifestó que IU se preenta como un "ejemplo de serenidad", cuya estrategia será la "crítica dura", pero no confundida con el insulto.

"Seremos duros", advirtió, "pero nada de dar caña o demagogia barata". Asimismo, garantizó que las referencias a la corrupción durante sus mítines serán las justas, porque no está en su ánimo "revolver la ciénaga".

"Sólo haré memoria y le recordaré a la gente a Mariano Rubio, Roldán, etcétera. Nuestra posición en ésto está tan claro que yo no tengo que poner demasiado énfasis", subrayó. Anguita adelantó que el eje central de sus discursos será denunciar el "neoliberalismo" que caracteriza las acciones de gobierno del PSOE y del Partido Popular, presididas por su defensa de la "contrarreforma" fiscal y laboral y de las privatizaciones.

El líder de IU quiso dejar claro que no piensa "olvidarse" del PP en esta campaña, aunque lógicamente vaya a dedicar más atención a la ejecutoria de los gobiernos socialistas, tanto a nivel nacional como en las regiones y ayuntamientos.

Asimiso, se mostró convencido de que caerán en saco roto durante esta campaña los mensajes "goebbelsianos" del "miedo a la derecha" y "que vienen los corruptos" que pondrán en marcha el PSOE y el PP.

Desde el primer día de campaña, Anguita quiso dejar claro que no piensa moverse un ápice en su estrategia ante los pactos postelectorales. Por eso, repitió la consigna de que será sólo después del 28 de mayo, a la vista de los resultados, cuando las federaciones de su formación empiecen a analizar cada caso conreto.

Sobre el estado de salud con que encara los próximos 15 días de campaña, afirmó que los médicos lo consideran muy bueno, porque no queda ningún resquicio del infarto que sufrió en Barcelona durante las últimas elecciones generales de hace dos años.