Encuestas de urgencia, comentarios y titulares de prensa, todos dieron ganador a Felipe González y apuntaron dos riesgos importantes para la alternativa popular: la sensación final de que su líder no había hecho propuestas concretas, pese a que sí desgranó varias de ellas, y los que es más grave: la sospecha de que hubo un pacto previo para no hablar de corrupción.

Por ello, lo primero que hizo Aznar en su primera comparecencia pública espués del debate, el martes en Barcelona, fue negar esa posibilidad. "Se equivocan los que piensan así. Nunca aceptaré un pacto que impida limpiar España de los casos de corrupción", dijo. Frase, ésta, que repitió al día siguiente y durante toda la semana en todos los actos celebrados hasta el cierre de campaña.

Pese a la adversidad del resultado del debate del lunes, Aznar contó esta semana con el mayor apoyo internacional del que ha gozado hasta ahora en toda su carrera política. La ofensiva diplomtica emprendida por el PP hace varios meses , dio su buen fruto el miércoles, 2 de junio, con una entrevista entre el presidente del PP y el canciller alemán, Helmut Khöl, durante la cumbre de líderes del partido popular europeo celebrada en Bruselas.

Ese mismo día, Aznar se trajo desde París a la plaza de toros de Valencia, para que participara en el mitin más multitudinario y "caliente" de la campaña del PP (unas 25.000 personas dentro y fuera del coso), al ex presidente francés Valery Giscard D'Esting.

Giscard D'Estaing encandiló al público afirmando que quería oir un cambio hacia el PP porque es urgente que "se vayan los socialistas, ya que han traido el paro y la corrupción en toda Europa".

El político galo brindó a Aznar trato de torero al finalizar su discurso con un "querido José María: el día 7 saldrás por la puerta grande".

Por lo que respecta al final de campaña, ayer Azanr se trasladó hasta Quintanilla de Onésimo (Valladolid), lugar de veraneo del candidato, para ofrecer una opa al pueblo y charlar con los vecinos.

De paso, José María Aznar saldó una comida pendiente con los periodistas que cubren la campaña electoral de su partido y se hizo una foto de rigor con todos ellos para la posteridad.

Por la tarde, se trasladó a Valladolid, su feudo tradicional, y en la noche regresó a Madrid, al Palacio de los Deportes de la Comunidad, donde le esperaban 15.000 perosnas dentro y alrededor de 6.000 fuera que le obligaron a saludar desde un balcón lateral.

Más que un miin, Aznar sólo pudo articular al filo de la medianoche un arenga de "vamos a ganar", continuamente calentado por un público previamente "calentado" por los sones de "Los del Río" y el verbo de Alberto Ruiz-Gallardón y el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano.

Al mitin de cierre asistieron, en apoyo de Aznar, la vedette Norma Duval, Fernando Sánchez Dragó, Sandra Myers y el presidente del Partido Popular Europeo, Wilfred Maertens.