El candidato socialista, que iba acompañado de su esposa, Carmen Romero, fue el primero de los líderes políticos en depositar su voto ante casi un centenar de periodistas que protagonizaron momentos de tensión con los miembros del equipo de seguridad del todavía presidente.

González llegó a su colegio electoral a las 9,15 horas y recibió los aplausos de los primeros electores, en su mayoría personas de la tercera edad, y los vítores de los interventores de su partido, que le gritaban "presidnte, presidente".

El presidente permaneció alrededor de cinco minutos en el colegio y apenas realizó declaraciones para evitar influir en la decisión de los votantes.

"No podemos hacer declaraciones hasta esta tarde, sólo puedo decir que espero que haya una gran votación, espero que sea muy alta, eso es lo que le conviene a España", manifestó a los periodistas mientras se dirigía a su automóvil.

Los informadores mantuvieron escenas de tensión con los miembros del equipo de seguridad del presdente que llegaron a amenazar con desalojar la sala si los ánimos no se calmaban. "El presidente no puede votar con este mogollón", comentaba desesperado uno de los guardaespaldas, mientras trataba de controlar a las decenas de informadores gráficos.

Los pocos curiosos que se concentraron al enterarse que Felipe González votaba en ese colegio preguntaban extrañados "¿estos son de la prensa?". Al contestarles afirmativamente, un traseúnte comentó "Díos mío, que país", mientras otros se apartaban para eitar ser golpeados o empujados por los cámaras.