Albertos advirtió sobre el peligro de ciertas corrientes verdes desviatorias, que predican que el ser humano ha atentado contra la naturaleza, proponiendo una vueta a las cavernas, y negativizando el progreso.

Estas corrientes verdes, explicó, acaban dando argumentos a los elementos más reacionarios de a sociedad, que utilizan la ecología como excusa para discriminar a los inmigrantes porque ensucian y las países en vías de desarrollo porque contaminan.

Los ecologistas proponen la tipificación del delito de contaminación penal y tipificar la especulación como delito, el serivicio optativo, la Ley de Responsabilidad Política para pasar de la democracia forma a la democracia real, construir una planta de tratamiento de residuos por cada 250.000 habitantes y la participación de los trabajadores en la gstión empresarial para obligar al capital a su máximo rendimiento productivo y craer puestos de trabajo.