Garzón expresó sus recelos sobre la hipotética circunstancia en la que Felipe González le encomendara investigar un posible escándalo de orrupción dentro del PSOE y ya estuviera abierto un proceso judicial.

"Me parece difícil que habiendo un procedimiento judicial se concretizara también, simultáneamente, una investigación interna", afirmó Garzón.

El juez en excedencia de la Audiencia Nacional hizo estas reflexiones durante un desayuno con periodistas organizado por "El Boletín de la tarde" en la Asociación de Periodistas Europeos.

Refiriéndose concretamente al "caso Filesa", manifestó que "hay un juez que está investigando,en consecuencia es la autoridad judicial la que debe tomar decisiones cuando lo considere oportuno. Aunque cuanto antes mejor, para evitar esa situación de interinidad permanente en la que nos estamos moviendo desde hace mucho tiempo".

Baltasar Garzón aseguró que aceptará la presidencia de una comisión de investigación parlamentaria sobre la financiación de los partidos, tal y como ha propuesto González, siempre que pueda desarrollar su trabajo "de forma libre y sin cortapisas, no para tapar lo que cnvenga".

POTENCIAR LA INDEPENDENCIA

El ex juez desgranó las primeras medidas que, en materia de justicia e interior, debería tomar el PSOE si revalida la mayoría el 6-J.

Entre ellas, mencionó la necesidad de "potenciar" la independencia del fiscal general del Estado, y para ello propuso que su mandato sea de 5 años y no coincida con los cuatro años de duración de una legislatura, y que tenga que consultar con los fiscales de sala para determinados asuntos.

También considera conveniente queel fiscal del Estado cese sólo por las causas en las que pueden hacerlo jueces, magistrados y fiscales. A su juicio, la designación actual del fiscal general por el Gobierno, como está ahora, es la más adecuada. "Si no es independiente y se salta a la torera la imparcialidad, que se le exijan responsabilidades".

Otras medidas que propuso en materia de justicia a partir del 6-J son dar al Consejo General del Poder Judicial la competencia de la selección de los jueces, y modificar el sistema de sancione disciplinarias abriendo el servicio de inspección a otras corporaciones como los abogados o los consumidores.

Asimismo, el ex juez cree preciso introducir selectivamente el jurado a partir de la próxima legislatura y hacer desaparecer los recursos de casación. Sobre el Código Penal defendió la necesidad de que se apruebe con el mayor consenso posible "porque debe tener vocación de futuro".

En el área de interior, dijo que el objetivo esencial debe ser la lucha contra la delincuencia organizada. Si no se lucha frontalmente contra este fenómeno, se habrá enraizado de tal manera en las instituciones y en la sociedad que dentro de 15 años estaremos como en Italia".

Afirmó que sería inútil unificar los departamentos de interior y justicia en un solo ministerio, como ha propuesto el PP, porque "aunque se puedan acomodar sus competencias, cada uno cumple su función". "La propuesta del PP es una aventura un tanto peligrosa, cuando menos arriesgada".

Preguntado si aceptaría que le impusieran defnder como portavoz en el Congreso de proyecto legislativo como la "ley Corcuera", respondió: "No me ordenarán que lo haga, pero si lo hacen, no lo haré".

NO A LA "MORDAZA"

Aseguró que la difamación no debe regularse en el Código Penal si significa "amordazar o coartar la libertad de expresión e información", y consideró que sería positivo que los medios de comunicación procedieran ahora a la autorregulación.

"Quizá sea un momento histórico muy bueno, a la vista de los clarísimos apoyos que está dando algunos medios". Dijo, que en cualquier caso, es contrario a que se sancionen este tipo de conductas con penas de prisión.

Sobre los pactos posteelectorales, afirmó que hay que estar abierto a los programas de los partidos, aunque aventuró que en ningún caso abrá un acuerdo con el PP. "Está claro. Son programas clarísimamente divergentes en la orientación de futuro".

Remarcó que su paso por la política es "accidental" y que aspira a volver a la judicatura. Confesó que los comienzos en políica le fueron "mal", porque "había muchas tensiones dentro y fuera".

"Después la cosa se ha ido suavizando, pero está claro que la vida del político es difícil. El ritmo de la campaña es demencial, de locura, vas en avión, en coche o en barco y no sabes bien a dónde vas", agregó.

También reveló cuál fue su primera sensación cuando subió a una tribuna para dar un mitin: "Lo primero que pensé fue en el montón de gente que había, y que a partir de ahí todo lo que dijera iban a ser compromisos que aduiría. A mí me cuesta mucho trabajo hacer una promesa en falso y creo que en eso no voy a cambiar"