Arzallus declaró que, después de las elecciones, en la que el prtido vencedor no obtendrá mayoría absoluta, lo realmente importante será comprobar "quién va a tener el talento político suficiente para concitar en torno a sí una mayoría".

En este sentido, dejó claro que si alguien llama al PNV para reclamar su apoyo, tendrá que respetar el contenido de su programa electoral, que no se limita a "pedir sólo lluvia para Euskadi", y que recoje como punto principal la recuperación del tejido industrial y el cambio de la actual política económica.

"A quien nos llam", precisó, "lo primero que le vamos a plantear es una política realista, al margen de la hojarasca, de las grandes fachadas y de tanta guitarra. Hay que poner encima de la mesa cómo está el país, que está en quiebra, y cómo se sale de esta situación".

Arzallus antepuso la solución a la crisis económica a sus preferencias sobre con qué partido se encontraría más cómodo el PNV ante un posible pacto de gobierno.

"Quien me o gusta o quien no me gusta es secundario. El PNV no está insatisfecho ni agrdecido con el Partido Socialista, aunque no hemos llegado a una política agresiva frente al partido gobernante", indicó.

ETA: SOLUCION DIALOGADA

En cuanto a la situación de la banda terrorista ETA, el máximo responsable del PNV señaló que tras los comicios generales los partidos deben buscar el final de la violencia, de una manera dialogada. "Pasadas las elecciones", subrayó, "tenemos que intentar terminar con algún tipo de diálogo este asunto".

Igualmente, reconoció que en la última legislatur se podía haber hecho algo más para posibilitar el final de ETA, aunque esto no fue posible por razones de controversia política.

Las listas del PNV al Congreso estarán encabezadas por Emilio Olavarría (Alava), Iñaki Anasagasti (Vizcaya), José Juan González de Chávarri (Guipúzcoa) y José Luis Echegaray (Navarra).

Las del Senado estarán formadas por Manuel Allende (Alava), Pedro José Caballero (Vizcaya), Miguel Achaga (Guipúzcoa) y José Antonio Urbiola (Navarra).