El informe de Hacienda sobre el presupuesto de 1992, que hoy comentaron en rueda de prensa los diputados del PP, Ramón Aguirre y JuanCarlos Aparicio, revela que los ingresos del Fisco sólo crecieron un 2,8 por ciento entre enero y mayo, mientras que los pagos de la Administración aumentaron un 10,1 por cien.

Estas cifras revelan una desviación respecto a la previsión del 1,6 por cien del PIB que el Gobierno plasmó en los Presupuestos Generales del Estado para 1992, si bien el Plan de Convergencia elevó este "listón" hasta el 2,4 por cien del PIB.

La ejecución del presupuesto hasta mayo muestra que podría confirmarse el temor dl secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, cuando hace unas semanas señaló que el déficit estatal podría superar el límite fijado en el Plan de Covergencia y situarse en el 2,6 por cien del PIB.

Entre los factores que están contribuyendo al menor nivel de ingresos estatales en 1992 figura la caída del 42 por cien que se produjo hasta mayo en la recaudación del Impuesto de Sociedades, como consecuencia de los menores beneficios empresariales.

A esta circunstancia se añade un nivel en el obro de fondos de la Comunidad Europea un 68 por cien inferior al del mismo periodo del año pasado, lo que, en parte, es consecuencia del retraso en los pagos comprometidos por la propia Administración española.

Hasta mayo, el Estado había reconocido obligaciones de pago por valor de 6,359 billones de pesetas, había abonado 4,442 billones y tenía pendientes de pago 1,9 billones, un 35,8 por cien más que el año pasado por las mismas fechas.

APELACION AL BANCO DE ESPAÑA

Además, las cifras de Hacinda indican que el Gobierno no ha logrado reducir el peso de los compromisos de años anteriores en los pagos del año vigente, porque, del dinero abonado hasta el mes pasado, un 33,6 por cien eran compromisos presupuestarios de años anteriores (1,429 billones).

Otro aspecto, que fue criticado por los parlamentarios del PP por sus efectos inflacionistas, es la contínua apelación del Estado a los recursos del Banco de España para reducir su déficit, y que, hasta el mes de mayo, sumaba 1,032 billones de psetas, cuando en el mismo periodo del año pasado fueron de 412.000 millones.

Según los dos diputados populares, el incremento del déficit tiene su origen en la "atonía" econónmica del país y en el aumento "disparado" de los gastos corrientes del Estado que, a su juicio, debería recortarse "achicando" la Administración mediante privatizaciones.

Esta política, recogida en el Programa de Convergencia del PP, "reduciría las necesidades financieras corrientes del Estado sin lesionar las inversiones púlicas, y permitiría empezar a plantearse la congelación de los impuestos, e incluso su reducción mediante un programa escalonado", afirmaron.

Ramón Aguirre y Juan Carlos Aparicio señalaron también que las cifras del propio Gobierno revelan la "escasa credibilidad" de su política presupuestaria.

Pusieron como ejemplo el crédito de 195.000 millones de pesetas que será votado mañana en el Congreso para atender el déficit del INEM, cuando el secretario general de la Seguridad Social, Adolfo Jiménez, os estimó en unos 100.000 millones.