El portavoz socialista en la Comisión, Pedro Moya, consideró que el Gobierno había dado un 'salto al vacío' al anunciar, asu juicio de forma prematura, un modelo de Ejército profesional sin haber sopesado la posibilidad de que la evolución económica no sea en el 2000 tan favorable como ahora estima el Ejecutivo.

Moya resaltó que el primer anuncio del ministro Serra fechará la profesionalización para el año 2001, mientras que ahora baraja como prevista el 2003, lo que "demuestra que el Gobierno había hecho un anuncio sin un estudio previo". Agregó que "tampoco el diseño ahora presentado tiene garantías de viabilidad, por o que los socialistas manifestamos nuestra preocupación y escepticismo".

El portavoz de IU, Willy Meyer, anunció que su formación se opondrá al aumento del gasto militar, y defendió la idea de crear un ejército para "defender, y no para atacar", para lo que consideró "suficiente" mantener la actual dotación presupuestaria a Defensa. Asimismo, defendió el futuro derecho de sindicación de los militares profesionales.

Por su parte, el diputado de CiU Carles Campuzano anunció que apoyará el modelo prpuesto por el Gobierno, si bien precisó que respaldará a "aquél que sea más reducido y menos costoso". Añadió que "la gente no entendería que el modelo fuera excesivamente costoso".

El representante en la Comisión de Defensa del PP, Arsenio Fernández de Mesa, no puso objeción alguna al proyecto del ministro Serra, del que dijo que "la sociedad lo demanda y nuestra obligación será hacerlo viable".

PROYECTO VIABLE

En su comparecencia de hoy en el Congreso, para explicar los detalles del modelo exuesto ayer públicamente en rueda de prensa, el ministro de Defensa, Eduardo Serra, reiteró el propósito del Gobierno de implantar el Ejército profesional en el plazo de seis años, es decir, que sea operativo a partir del mes de enero del año 2003.

En este sentido, pidió a las fuerzas políticas el mayor consenso posible, para lo que propuso dedicar el próximo año al estudio y análisis del nuevo modelo de Fuerzas Armadas en el seno de la Comixión Mixta.

El ministro de Defensa manifestó su convencimento de que "es posible" alcanzar un Ejército profesional en la fecha prevista, aunque reconoció que los presupuestos militares atraviesan una época de gran austeridad. "No hay dinero ni para comprar colchones, porque estamos bajo mínimos", explicó, a modo de ejemplo.

A juicio del ministro, "razones técnico-militares aconsejan la profesionalización del Ejército", al tiempo que recordó que "existen condiciones sociales que conducen a un progresivo rechazo al servicio militar obligatorio por parte de lasociedad española".

Asimismo, Serra subrayó que la profesionalización de las FAS es un proceso "inseparable" de la modernización de las mismas, con lo que justificó la necesidad de incrementar los gastos dedicados a Defensa hasta alcanzar una cifra óptima que, indicó, podría girar en torno a los 300.000 millones de pesetas anuales.

En el marco de la Comisión parlamentaria, el titular de Defensa expuso dos alternativas para desarrollar el modelo propuesto, una de las cuales iría encaminada a reducr a un mínimo de 100.000 el número de efectivos, mientras que la otra contemplaba la posibilidad de elevar a 130.000 los soldados.

Por otra parte, defendió la idea de que la Guardia Civil pueda desarrollar la que llamó "vieja aspiración del Cuerpo" en el sentido de que amplie sus competencias a la defensa nacional interior, en el marco de un proceso de militarización.

Serra concluyó su exposición señalando la necesidad de que desde los poderes públicos se transmita a la sociedad española el mensae de que "el valor de la libertad y del estado de derecho serán muy difíciles de mantener sin el concurso voluntario de la juventud".