Llamazares, en rueda de prensa, señaló que estos "son aspectos civiles que no tienen nada que ver con el Ejército, que según nuestra Constitución tiene otros objetivos relacionados con la defensa en el ámbito nacional e internacional".

Según dijo, se está politizando el papel de las Fuerza Armadas y "si se continúa por este camino, se está bordeando el texto constitucional", por lo que pidió que estos temas se "traten de una manera seria en sede parlamentaria" y que no se use al Ejército "para hacer demagogia electoral" con los temas de inmigración y terrorismo.

"No admitimos asimilar inmigración y seguridad, y mucho menos inmigración y defensa", continuó el lider de IU, para quien esto "es un despropósito que lleva a la paradoja de que inmigrantes que pueden ser objetivos de los ejérctos al mismo tiempo son necesarios para configurar los ejércitos".

"Nos recuerda los ejércitos del Imperio Romano en su última etapa, ejércitos para contener a los bárbaros, pero que al mismo tiempo tenían a los bárbaros en su seno, porque era la única forma de tener un ejército", aseveró.

Llamazares se mostró preocupado porque el Gobierno "todavía no haya logrado integrar totalmente al Ejército en la democracia de nuestro país", como a su juicio demuestran recientes encuestas que "demostraban un cierta impermeabilidad de los oficiales hacia valores constitucionales" o recientes casos que muestran que, en las Fuerzas Armadas, hay dificultades para que se respeten las distintas opciones sexuales y los derechos de las mujeres.

A su juicio, "hay un problema de modernización" en nuestro Ejército, porque, a pesar de que es profesional, aún existe "nostalgia del gran ejército de leva obligatoria", lo que provoca, según dijo, que "tengamos un ejército desequilibrado donde hay muchos oficiales y pocatropa".

En este sentido, defendió una reducción en torno a un tercio del número de efectivos -entre 50.000 y 60.000 militares-, que, según afirmó dejaría unas Fuerzas Armadas "eficaces y que va en el sentido de una solución distinta de los conflictos, no necesariamente en clave de guerra".

Finalmente, criticó a los socialistas por negociar con el PP el documento sobre la Revisión Estratégica de la Defensa "después de sucesivos pactos en los que el Gobierno ha engañado al PSOE", y porque, según dio, "es una cuestión de Estado" que debe ser "compartida con todas las fuerzas democráticas" y no que sea negociada "entre bambalinas".