Según datos del Ministerio de Defensa, entre enero y finales de mayo se produjeron 3.772 incorporaciones de militares de tropa y marinería, mientrs que las bajas fueron 2.804, es decir, un crecimiento neto de 968 soldados.

El número de efectivos con que contaba el Ejército al principio del año era de algo menos de 72.000, y actualmente esta cifra se encuentra en 72.600, cifra muy lejana a los 86.000 contemplados en los presupuestos generales.

La abolición del servicio militar obligatorio el 31 de diciembre de 2001 ha coincidido con una drástica caída del interés por alistarse en el Ejército como tropa profesional. En al año 2000, el númerode incorporaciones (20.016) fue muy superior al de bajas (8.876), produciéndose un incremento neto de las plantillas de 11.140 efectivos.

Al año siguiente, el 2001, la tendencia se invirtió: 10.962 altas, por 12.591 bajas, o lo que es lo mismo, un decremento de 1.629 soldados. Y en 2002 se mantuvo, con un leve decremento de 109 efectivos (10.860 altas frente a 10.969 bajas).

El Parlamento aprobó en 2000 la Directiva de Defensa Nacional, que establecía que a finales de este año la tropa profesiona debía estar compuesta por una horquilla de entre 102.000 y 120.000 soldados, una cifra que ha sido rebajada posteriormente por el Gobierno en varias ocasiones hasta la actual de 86.000, fijada en los Presupuestos Generales del Estado de 2002 y que, ante su incumplimiento, se ha vuelto a repetir como cifra a alcanzar en el presupuesto de 2003.

De hecho, en la aprobación de la Revisión Estratégica de la Defensa, el Ejecutivo renunció a fijar una cifra ideal de soldados para las Fuerzas Armadas y decidi establecerla anualmente en los Presupuestos del Estado.