El alcalde del pueblo, Javier Puyuelo explicó, en la reunión de la Ejecutiva que ya estaba más tranquilo, "después de que ha pasado el tiempo y se han quedado en evidencia los que pretendín instrumentalizar el asunto de la cárcel como un recurso para acceder a la alcaldía de Zuera".

Puyuelo y Antonio Asunción, secretario general de Asuntos Penitenciarias, mantuvieron antes de ayer una reunión, en la que el alcalde pretendió obtener una respuesta a la oferta realizada por el Ayuntamiento de Zuera respecto a la ubicación del centro penitenciario. Sin embargo, la cuestión quedó "a la espera de acontecimientos".

La oferta municipal consistía en la propuesta de unos terrenos alternativs a los indicados por la Administración central para ubicar el macrocentro penitenciario.

Según pudo saber Servimedia, el próximo día 1 de junio Antonio Asunción visitará Zaragoza y mantendrá una entrevista con el presidente aragonés, Emilio Eiroa.

Aunque ya es de todos conocida la oposición del Gobierno aragonés al proyecto de la cárcel, los portavoces socialistas explicaron que lo que pretenden con ese encuentro es conocer la alternativa de la Diputación General de Aragón "para que no se quedenen el no porque no".

EL RETORNO DE LA PAZ EN EL PSOE

Otros de los contenidos de la Ejecutiva se relacionaban con problemas organizativos del partido y la situación de la comarca del Bajo Gállego, además de preparar el Comité Provincial que se celebrará mañana, sábado, para decidir la sanción aplicable a los concejales que asistieron a la manifestación del 23-A, de reivindicación de una autonomía plena para la región.

Fuentes socialistas informaron a esta agencia que seguramente la reunión "no srá muy dura", sobre todo después de que los que encabezan a los dos sectores enfrentados del PSOE aragonés, Antonio González Triviño, alcalde de Zaragoza, y José Marco, presidente regional del PSOE en Aragón y presidente de la Diputación de Zaragoza, firmaran la paz con un apretón de manos, ayer, jueves, en las Cortes regionales.

Además, los dos dirigentes socialistas no sólo se dieron la mano, sino quetambién manifestaron su deseo de "recuperar la imagen del partido" y entonaron el "mea culpa" con l reconocimiento de que en ambas partes se habían cometido errores.