"Una empresa no puede tomar decisiones sin tener en cuenta enqué momento estamos viviendo en este país y que consecuencias tiene para la economía y para el empleo", añadió.

Sin embargo, el ministro precisó que no va a alentar a nadie para que no compre los productos de Gillette, aunque sí reiteró su "absoluta falta de simpatía" por la manera en que se ha planteado el proceso.

En cuanto a la reestructuración empresarial proyectada para la Empresa Nacional Santa Bárbara, Eguiagaray aseguró que "no hay otro remedio que tratar de hacer frente a un cambio radicl que se ha producido años anteriores".

A juicio del titular de Industria, Santa Bárbara debe acomodarse a "lo que puede ser sostenible económicamente" y aseguró que es una "verdad dolorosa" que hay que plantear un proceso de reducción de actividad en dicha empresa.