A su juicio, la consecución de un proceso de "modernización económica", de "estabilización de la democracia" y de introducción de España en el panorama de las naciones "modernas y civilizadas" ha ido pareja a "altas cotas de corrupción" y al establecimiento de una "cultura monoteísta".

En general, Carnicero estima que los gabinetes socialistas obtendrían un "aprobado" en su examen, pero los diez años e gobierno mayoritario "han creado una cultura de engreimiento político, una especie de intolerancia hacia las minorías que ha desembocado en que el funcionamiento de la democracia deje mucho que desear".

La corrupción ha establecido, según el director de "Panorama", "una cultura económica en la que, en vez de fortalecer un tejido social, industrial y empresarial capaz de competir en la Europa del año 2000, se ha establecido una cultura de la especulación".