Así lo afirmó hoy la Sección Estadounidense de Amnistía Internacional (AI) en su informe "A la cárcel sin justicia: detención por motivos de inmigración en Estados Unidos", con el que inicia una campaña para promover y proteger los derechos humanos de las personas inmigrantes

Este informe denuncia que decenas de miles de personas "se consumen" cada año en los centros de detención para inmigrantes de este país sin que se celebre una vista para determinar si su privación de libertad está justificada.

AI afirma que la mayoría de los detenidos tienen grandes dificultades para conseguir un abogado o ayuda para seguir el complejo proceso legal, e incluso hay personas que se desesperan tanto que autorizan a ser expulsadas aunque sus circunstancias no lo justifiquen.

El estudio muestra casos de detenidos con residencia legal permanente en el país, inmigrantes indocumentados, solicitantes de asilo y supervivientes de tortura y de trata de seres humanos.

Para algunos de ellos, un funcionario de inmigración es la instancia final y única que decide sobre su detención. Para otros, la detención ni siquiera se revisa.

AI señala que organizaciones de derechos humanos han subrayado la necesidad de que un órgano judicial revise cada caso para determinar si la detención es necesaria porque, según añade, "en el sistema actual, plagado de errores y sin un mecanismo de supervisión significativo, la detención en sí misma puede, en la práctica, sellar el destino de un inmigrante".

El informe de AI refleja que el coste medio de mantener recluido a un inmigrante es de 95 dólares por persona y día (unos 70 euros), es decir, unos 2.850 dólares al mes (unos 2.110 euros) o, lo que es lo mismo, cientos de millones de dólares que los contribuyentes pagan al año.

El director ejecutivo de AI en Estados Unidos, Larry Cox, recalcó que las autoridades de este país "están encerrando sin el proceso debido a miles de seres humanos y recluyéndolos en un sistema por el que resulta imposible circular sin el equivalente jurídico a un GPS".