Serra, que pronunció unas palabras de saludo a los altos dirigentes de su departamento tras acceder formalmente a su nueva tarea de responsabilidad, admitió que es consciente de las limitaciones presupuestarias de su ministerio, aunque quiso dejar claro que el proyecto de defensa de España que le ha ofrecido el presidente Aznar le parece "estraordinariamente sugestivo".

En su alocución, el nuevo titular de Defensa se mostró satisfecho por volver a "la casa" de la qe salió hace nueve años, y en la que confesó haber pasado una de sus mejores etapas profesionales. "Me considero afortunado y es un inmenso honor ser ministro de Defensa", indicó.

Tras señalar que los ejércitos son todavía unos grandes desconocidos para una buena parte de la población española, Serra puso de relieve que las Fuerzas Armadas constituyen la "columna vertebral de unos intereses que a todos nos unen".

Igualmente, aludió a su condición de independiente y recordó que ha trabajado en difrentes etapas políticas, con diferentes partidos que en ese momento sustentaban al Gobierno, y que con todos ellos ha mantenido buenas relaciones.

Serra dedicó un recuerdo a los militares españoles desplazados en la antigua Yugoslavia y concluyó su discurso con sendos vivas al Rey y a España.

El acto de toma de posesión del nuevo responsable de la cartera de Defensa tuvo lugar en el patio central del ministerio. A su llegada del Palacio de la Zarzuela, Serra fue recibido por su predecesor en el crgo, Gustavo Suárez Pertierra, con quien se fundió en un abrazo.

Posteriormente, Serra saludó a los miembros de la cúpula de su departamento y, tras escuchar el himno nacional desde un podio, pasó revista a una compañía mixta de honores. El acto fue seguido por numerosos funcionarios desde las ventanas del edificio.