Gifford (Chicago, 1946) aseguró que tras retratar durante años a personajes estrafalarios como los que aparecen en "Corazón salvaje", llevada al celuloide por David Lynch, necesitaba un descanso y decidió remontarse a la Améria de los años 50 para dibujar a caracteres más normales.

"Wyoming" narra el viaje en coche de una madre y su hijo por varios estados norteamericanos, como el que el autor tuvo que hacer con su madre en varias ocasiones tras fallecer su padre cuando tenía 12 años. Los diálogos son los protagonistas absolutos de este libro en el que las descripciones están prácticamente ausentes.

Gifford no oculta que es un heredero claro de la Generación Beat de los años 50, capitaneada por Allen Ginsberg, Jack Keouac, y William Burroughs. "Les conocí y me han inspirado mucho, aunque no sigo la misma línea narrativa", señaló.

Gifford se declara muy crítico con los jóvenes de su país por su desinterés por la historia y la lengua y por considerar "de moda" no preocuparse por el pasado.

De la literatura y el cine españoles, dijo que es muy amigo de Ray Loriga y destacó las virtudes interpretativas de Javier Bardem, del que dijo que es un actor "maravilloso" que está mejorando mucho.

El cineasta Gonzalo uárez definió al escritor estadounidense como "un creador incesante que no suplanta la vida con la literatura, sino que simultanea ambas".

La publicación del último título de Gifford supone el lanzamiento de la división española del sello argentino Emecé Editores, que edita a clásicos como Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.

Valery Miles, directora editorial, explicó que este nuevo sello adscrito al Grupo Planeta prestará una atención especial a la narrativa extranjera. También publicará a atores latinoamericanos como Edgardo Cozarinsky y Eduardo Mignogna y continuará con la difusión de la Biblioteca Borges.