LOS EDITORES PIDEN AL GOBIERNO UNA POLITICA DE ESTADO PARA EL LIBRO
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La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) pidió hoy al Gobierno una política de stado para el libro, que contribuya a aumentar el índice de lectores y a que España sea "un país más culto".
El director de la FGEE, Antonio María de Avila, que presentó hoy en Madrid el estudio "Diez años de comercio interior del libro en España 1988-1998", resaltó que sólo el 50% de los españoles son lectores, índice que se sitúa 20 puntos por debajo de la media europea, que es del 70%.
Antonio María de Avila señaló que esa política de Estado debe fomentar el español a través de las nuevas tecnlogías y a través del libro, y fortalecer la Ley de Propiedad Intelectual, que "tiene graves deficiencias", sobre todo, en reprografía y nuevas tecnologías.
Asimismo, señaló que el Gobierno debe propiciar campañas permanentes de lectura, crear las bibliotecas escolares que recoge la LOGSE y abrir a la población las bibliotecas de los colegios.
A su juicio, estas peticiones no supondrían más allá de los 30.000 millones de pesetas, si se recogen en los Presupuestos Generales del Estado.
El dirctor de la FGEE comentó que libreros y distribuidores también apoyan estas peticiones al Gobierno y que la entidad ya las ha planteado al PP, PSOE, CiU, entre otros partidos.
LIGERO CRECIMIENTO
El estudio presentado hoy recoge entre sus conclusiones que el sector editorial español mantiene un ligero crecimiento estable a lo largo de la última década. En 1988 existían 572 empresas en el sector y en 1998 habían 624.
El empleo también se ha mantenido estable en el sector y sólo se aprecia un liger descenso en el número medio de empleados por editorial. Mientras que en 1989 esta cifra era de 20, a partir de 1995 es de 18. El descenso, según De Avila, se debe a que hay tareas que se han exteriorizado, como la de los traductores, que se deja a cargo de "free-lance"
El número de títulos editados experimentó, sin embargo, una escala creciente: de los 36.900 en 1989 pasó a 52.493 en 1998. Mientras, la tirada media descendió ligeramente: de 5.317 ejemplares en 1997, a los 5.129 en 1998.
Este incemento de títulos tiene su repercusión en el aumento de facturación. En 1989, la facturación ascendió a 264.356 millones de pesetas, que se incrementó de forma progresiva hasta llegar a 393.013 millones en 1998.
Los libros universitarios son los que más han contribuido al incremento de facturación, seguidos de los de literatura y libros de divulgación general. También aumentaron la facturación los libros infantiles y juveniles.
En canto a la distribución, las grandes superficies registran un aumeto espectacular. Subieron 3,5 puntos en relación a unas ventas globales, que habían crecido un 49%.
(SERVIMEDIA)
11 Abr 2000
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