El consejero balear de Economía y Hacienda, Joan Mesquida, tien previsto comparecer esta semana en el Parlamento balear para explicar con detalle en qué consistirá el nuevo impuesto ecológico, que, de acuerdo con lo previsto, deberá empezar a aplicarse antes del próximo verano.

Fuentes gubernamentales baleares consultadas por Servimedia aseguraron que el Ejecutivo que dirige el socialista Francesc Antich buscará hasta el último momento el consenso con los sectores empresariales afectados, al tiempo que confirmaron que no hay marcha atrás en su desarrollo.

ElGobierno balear reitera que este impuesto tiene como finalidad la mejora de la oferta turística global de las islas, al estar previsto que todo el dinero que se recaude por este procedimiento revierta en el medio ambiente y en la infraestructura hotelera y de servicios de los municipios turísticos.

"Es extraño que los hoteleros estén en contra del impuesto, porque les va a revertir en ellos mismos, en su propio negocio", explicó un portavoz gubernamental. "Si tienen mejores infraestructuras que ofrece o unos mejores paisajes, el que se beneficiará de todo esto va a ser el negocio turístico y ése es el principal argumento del Gobierno balear".

De igual modo, el portavoz consultado señaló que, por la cantidad que se exigirá (entre 1.000 y 1.500 pesetas por turista), "será muy difícil que dejen de venir a visitarnos".