LA ECONOMIA ESPAÑOLA CRECIO MENOS DE UN 1 POR CIENTO EN EL TERCER TRIMESTRE DEL AÑO, SEGUN EL BANCO DE ESPAÑA

MADRID
SERVIMEDIA

El Producto Interior Bruto PIB) de la economía española creció por debajo del 1 por ciento en el tercer trimestre del año, según el último informe trimestral de la economía española elaborado por el Banco de España. Este aumento es muy inferior al registrado en el tercer trimestre de 1991, que fue del 2,3 por ciento.

Este ligero crecimiento demuestra que continúa el proceso de desaceleración en el ritmo de actividad iniciado a principios de año. En el primer trimestre del año la economía española creció un 1,9 por ciento y un 16 por ciento en el segundo trimestre.

La desaceleración del crecimiento de la economía en el tercer trimestre fue consecuencia principalmente del mal comportamiento de la demanda nacional, que, tras desacelerarse a lo largo del primer semestre del año, se debilitó todavía más en los meses de verano, debido a las expectativas cada vez más pesimistas sobre la situación económica.

Según el Banco de España, al retroceso del gasto en construcción, siguiendo la tendencia de los últimos trimestres, se uieron la caída de la inversión en equipo -tras su efímera recuperación del primer trimestre- y el estancamiento del consumo, el componente del gasto más afectado por las medias de austeridad adoptadas por el Gobierno este verano.

A todo ello se sumaron las consecuencias de la crisis internacional, que se concretó en una sustancial desaceleración de las exportaciones en los tres primeros trimestres del año. Pese a ello, el menor crecimiento del consumo permitió una desaceleración de las compras al exteior, aliviando el impacto negativo del debilitamiento de las exportaciones en el saldo exterior.

Por lo que se refiere al consumo privado, durante el tercer trimestre registró un crecimiento ligeramente inferior al del trimestre anterior, que fue del 3,9 por ciento, manteniéndose la desaceleración iniciada a principios de año. Este menor dinamismo del consumo privado se debió al menor crecimiento del gasto no alimenticio, ya que el alimenticio permaneció estancado.

El Banco de España explica en s informe que la desaceleración del consumo es consecuencia del menor ritmo de crecimiento de la renta de las familias, siendo la reducción del empleo el factor que está provocando, según esta entidad, el mayor efecto contractivo, que no se ve compensado ni por el crecimiento de los salarios ni por el aumento de las prestaciones sociales.

Para el Banco de España, el efecto más notorio de las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno este verano ha recaído, hasta ahora, sobre las expectativas de ls consumidores y sus decisiones de gasto a corto plazo, lo que, a juicio de sus responsables, hace prever un mayor debilitamiento del consumo en los próximos meses.

El consumo público, por su parte, continuó por la senda de la desaceleración que ha venido siguiendo a lo largo del año, aunque acentuándose aún más en el tercer trimestre. La inversión en construcción evolucionó muy negativamente, al añadirse el freno en la inversión pública a la que venía registrando la del sector privado, al igual que l inversión en bienes de equipo, cuyo debilitamiento se mantuvo en el verano.

Las exportaciones e importaciones de bienes y servicios también tuvieron una evolución peor que el año pasado, como consecuencia de la continuada debilidad de la economía internacional y de la demanda final. No obstante, la pérdida de dinamismo de las importaciones compensó, en parte, el efecto del menor crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios.

En los próximos meses, el Banco de España prevé una menor contibución negativa del saldo neto exterior al crecimiento del PIB español, debido a la devaluación de la peseta que tuvo lugar en septiembre, aunque parte de esta potencial ganancia de competitividad será absorbida por incrementos de precios.

CAIDA DEL EMPLEO

El informe del Banco de España destaca el freno al deterioro del sector industrial registrado en el primer semestre del año, aunque señala que los márgenes de las empresas industriales han seguido empeorando. La encuesta de opiniones empresariale del mes de junio reflejaba una ligera mejoría de las expectativas de los empresarios sobre evolución a corto plazo de la actividad industrial.

Por lo que se refiere al empleo, continúa acentuándose la caída, que en el segundo trimestre del año se concentró en el sector privado. Tras el retroceso experimentado a principios de 1991, el empleo industrial sigue sin mostrar síntomas de recuperación, según el Banco de España.

Los responsables de esta entidad aseguran que pese al empeoramiento de las cndiciones del mercado de trabajo, las alzas de los salarios han seguido mostrando una gran estabilidad en torno a tasas muy elevadas. Además, destaca el informe, la amplia generalización de las cláusulas de revisión salarial en los convenios de este año hará que los salarios pactados aumenten en realidad más que en 1991.

A juicio de los responsables del Banco de España, la ausencia de moderación salarial y el aumento de las cotizaciones sociales está provocando "una elevación excesiva" de los costes lborales nominales con repercusiones negativas sobre el nivel de rentabilidad y competitividad de las empresas".

(SERVIMEDIA)
16 Nov 1992
NLV