MALOS TRATOS

LA ECONOMÍA ESPAÑOLA SE ACELERÓ AL 3,4% EN 2005, IMPULSADA NUEVAMENTE POR LA CONSTRUCCIÓN Y LA DEMANDA INTERNA

- La creación de empleo se intensificó notablemente, con 548.000 nuevos empleos, aunque la productividad cae a tasas del 0,3%

MADRID
SERVIMEDIA

El Producto Interior Bruto (PIB) registró un crecimiento del 3,4% en 2005, tres décimas más que un año antes y el nivel más alto desde 2001, según el dato definitivo de Contabilidad Nacional hecho público hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A lo largo del año el crecimiento de la economía mostró una suave aceleración, pasando del 3,3% al que se avanzó en el primer trimestre al 3,5% de los últimos seis meses del año.

El INE destaca que el dinamismo de la economía española es "muy superior" al experimentado por los países de la eurozona, con un crecimiento medio del 1,5%.

El crecimiento de la economía ha seguido sustentado en la potente demanda interna, que ha acelerado su contribución al crecimiento económico de 4,9 puntos en 2004 a 5,3 puntos en 2005, y una subida de una décima de la aportación negativa del sector exterior, a los 1,9 puntos.

Los datos de demanda interna son consecuencia de un importante aumento de la inversión respecto a 2004, parcialmente compensado por la moderación del gasto en consumo final de instituciones sin fines de lucro (4,3% respecto a 5%) y administraciones públicas (4,5% frente a 6%), aunque se mantuvo en el 4,4% el de los hogares, con una desaceleración al final del año.

Esta evolución se ha observado en el gasto en bienes no duraderos y, especialmente, en la compra de vehículos, cuya tasa de crecimiento cae nueve puntos con respecto a la registrada el año anterior (0,8% frente a 9,8% en 2004), mostrando incluso tasas negativas en el mes de julio y a partir de octubre.

La formación bruta de capital fijo se aceleró en 2005 en más de dos puntos con respecto al año anterior (7,2% frente a 4,9% en 2004), rompiendo la trayectoria decreciente marcada el año anterior.

Analizando los distintos productos agregados, se observa un mayor crecimiento en todos ellos, especialmente en bienes de equipo (9,5% frente a 3,7% en 2004), y otros productos (7,6% frente a 4,4% en 2004), siendo menos intenso en el caso de la inversión en construcción (6% frente a 5,5% en 2004).

La construcción presentó tasas de crecimiento ligeramente aceleradas en los tres primeros trimestres, atenuando su evolución en el último del año. La obra en edificación residencial y la obra en infraestructuras (de carreteras y ferroviarias ligadas a la alta velocidad) continuaron siendo los motores de la actividad constructora.

SECTOR EXTERIOR

La aportación negativa del sector exterior también se incrementa, aunque sólo una décima, pasando de 1,8 a 1,9 puntos. Las importaciones se desaceleran, pero lo hacen en menor medida que las exportaciones, lo que lastra esta rúbrica.

Así, las exportaciones de bienes y servicios desaceleraron su crecimiento del 3,3% en 2004 hasta el 1% en 2005. Tras la notable caída registrada en el primer trimestre, su evolución fue creciente durante los dos siguientes y se estabilizó en el último.

Esta evolución queda explicada exclusivamente por el componente de bienes, que contrajo su nivel en 2005 (-0,4% frente a 4,4% en 2004), dado que las exportaciones de servicios presentaron un crecimiento mayor que en el ejercicio anterior (4% frente a 1,2% en 2004), mejora a la que contribuyeron los ingresos por turismo.

Por su parte, las importaciones de bienes y servicios truncaron en 2005 el perfil de crecimiento acelerado que habían mostrado desde 2002, aumentando un 7,1%, prácticamente dos puntos menos que en el año precedente (9,3%).

La evolución de las importaciones de bienes y servicios estuvo también marcada por el componente de bienes, que se desaceleró desde el 10,1% de 2004 hasta el 7% en 2005, dado que las importaciones de servicios intensificaron su ritmo de avance (7,5% frente a 6,2% en 2004).

Como resultado de esta mayor aportación negativa del sector exterior al PIB, la economía nacional ha empeorado su situación financiera, al presentar una necesidad de financiación de más de 58.000 millones de euros (un 6,5% del PIB), frente a los 40.000 millones del año pasado (un 4,8% del PIB).

CONSTRUCCIÓN

En términos de oferta, la actividad constructora vuelve a ser la que experimenta un mayor crecimiento interanual (5,5% frente a 5,1% en 2004), seguida de los servicios (3,9% frente a 3,6% en 2004) y la industria, con un crecimiento muy moderado (0,6% frente a 0,3% en 2004).

Por productos, la fabricación de productos metálicos y de equipo informático ha sido la más dinámica en 2005, mientras que la industria textil, del cuero y la confección, además de la industria del automóvil, han sido las que han presentado los registros más desfavorables en el año.

Las ramas de los servicios de mercado han experimentado, por segundo año consecutivo, una intensificación de su ritmo de avance (4% frente a 3,6% en 2004), con mayores aportaciones de las ramas ligadas a la intermediación financiera y, en menor medida, las referentes a tecnologías de la información y las comunicaciones y los servicios a empresas.

Al contrario que el resto de las actividades, las ramas primarias contraen nuevamente su nivel, aunque de una forma menos negativa que en el año precedente (-0,7% frente a -1,1% en 2004), como consecuencia de la sequía.

548.000 EMPLEOS

El crecimiento económico ha tenido una traslación notable al mercado de trabajo, ya que la creación de empleo se acelera cinco décimas, hasta el 3,1%, lo que supuso en 2005 la creación neta de casi 548.000 puestos de trabajo. En términos de trabajo asalariado, el aumento fue aún mayor (3,5% frente a 2,7% en 2004).

Crece con fuerza el empleo en la construcción (8,5% frente a 6,1% en 2004), mientras se mantiene en el 3,1% en el sector servicios y la industria logra abandonar la destrucción de puestos de trabajo de 2004 y su empleo crece un 0,4%, frente al 1% negativo de 2004.

Debido al crecimiento de la actividad agregada y del empleo, la productividad global de la economía aumentó a un ritmo del 0,3%, dos décimas menos que en el año precedente.

En términos nominales, el Producto Interior Bruto a precios de mercado creció a un ritmo del 8% en 2005, siete décimas superior al estimado para el año precedente. Como consecuencia, el deflactor implícito de la economía avanzó a una tasa del 4,4%, tres décimas más que en 2004.

La remuneración de asalariados mantiene su tasa de crecimiento estable (6,1%), aunque el salario medio avanza un 2,5%, ocho décimas menos que en 2004.

Con ello, el coste laboral por unidad de producto (CLU) se desacelere en 2005 hasta el 2,2%, seis décimas menos que en 2004, manteniéndose inferior al deflactor de la economía en más de dos puntos.

(SERVIMEDIA)
22 Feb 2006
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