Según los conservacionistas, esta modalidad de caza estival provoca la muerte de miles de ejemplares de varias especies, algunas de las cuales "están atravesando una situación crítica para su conservación".

La Coda mantiene que la media veda incide negativamente de forma especial sobre la tórtola común y la codorniz y que "la crítica situación en la que se encuetran estas dos especies hace desaconsejable la autorización de la media veda hasta que los efectivos de éstas se recuperen lo suficiente para poder ejercer esta actividad con garantías de conservación".

Para los ecologistas, "la brutal presión de la caza" ha propiciado lo que califican de "situación desesperada" cuando hacen referencia a las poblaciones de tórtola y codorniz.

Martín Francisco Arévalo, de la Comisión para la Conservación de las Especies de la Coda, insiste en que numerosos informe científicos revelan que las poblaciones de estas dos especies han sufrido un importante descenso. Asimismo, asegura que la CE pretende cambiar y aumentar el estatus de protección de la tórtola y la codorniz para evitar su extinción.

Estas opiniones contrastan con las expresadas recientemente por la Federación Española de Caza (FEC), que ha acusado a la Coda de intentar sensibilizar a la opinión pública con la "cantinela catastrofista que les caracteriza, aunque se sepa que es un engaño permanente". La FEC sostiene que los resultados provisionales de los estudios que ha encargado sobre el estado de estas especies demuestran que la tórtola y la codorniz "no corren peligro, aunque sea aconsejable una gestión adecuada de las capturas".