El requerimiento se produce después de que en esos países se detectarán cultivos de colza transgénica, que fue comprada a la multinacional Advanta como semillas convencionales.

Estas semillas no disponen de los preceptivs permisos para ser cultivadas en los países de la UE. Según la compañía que las comercializó, procedían de Canadá, de plantas que no estaban modificadas genéticamente, pero que crecían en terrenos adyacentes a unos cultivos transgénicos.

Ecologistas en Acción y Greenpeace señalaron que esta circunstancia confirma los riesgos de contaminación de especies tradicionales que entrañan los cultivos transgénicos.

Ricardo Aguilar, portavoz de Greenpeace España, declaró a Servimedia que las pobilidades d hibridación de estas semillas con especies tradicionales es mucho mayor en España y otros países europeos en el caso de la colza que en el del maíz.

Asimismo, indicó que la colza transgénica puede contaminar especies similares, como la mostaza, por lo que Greenpeace ha pedido la destrucción de los cultivos que han utilizado semillas modificadas de Advanta.

Además, Greenpeace ha presentado una queja ante la Comisión Europea por el suceso y ha reclamado indemnizaciones para los agricultores afectaos.