En una nota, estas organizaciones ecologistas demandan al Gobierno medidas urgentes para poner fin a la liberación de DDT al medio ambiente, y recuerdan que España firmó en 2001 el Convenio de Estocolmo para la eliminación de este tipo de sustancias, entre otras.

"A pesar de las peligrosas propiedades de este insecticida, que ha llevado a su práctica prohibición mundial, España sigue permitiendo su utilización en una planta de la empresa Montecinca .A., como producto intermedio para la producción de otro pesticida llamado dicofol", afirman.

Los ecologistas subrayan que el DDT es un compuesto muy persistente en el medio ambiente, al igual que sus productos de degradación. "Tienen todos ellos, además, alta tendencia a la bioacumulación en los seres vivos y la exposición a estas sustancias se ha relacionado con efectos sobre el feto, con la disrupción hormonal, con efectos a largo plazo en el sistema nervioso y con disfunciones hepáticas. El DDT esademás muy tóxico para los organismos acuáticos y las aves", concluyen.