Según explicaron los ecologistas, al acto no pudo asistir el rey Baltasar, "al estar retenido en la zona de tránsito de Barajas en aplicación de la Ley de Extranjería".

Los cinco activistas de la organización ingresarán en prisión al haber sido condenados por encadenarse en 1998 a un tren que transportaba una pieza con destino a la Central Nuclear de Trillo (Guadalajara).

Con el acto de hoy, los ecologistas pretendían denunciar el doble rasero que aplica la justicia en España, que actúa conlentitud y suavidad cuando se trata de agresores al medio ambiente -como en el "caso Aznalcóllar"- y con rapidez y contundencia cuando juzga a miembros de grupos ecologistas.