Según advierten, el PEIT es un plan "incompatible" con un transporte sostenible y además no ayudará a cumplir con el protocolo de Kioto.

No obstante, reconocen que ha habido algunas mejoras con respecto al documento presentado en diciembre pasado, tras el periodo de alegaciones al que se ha sometido. En este sentido, valoran el que se hayan tenido en cuenta algunas de sus propuestas.

Entre las medidas que reivindicaban los ecologistas y que han sido tenidas en cuenta en el plan destacan el compromiso aceptado de evaluar de forma previa la repercusión de las nuevas infraestructuras de transporte sobre la Red Natura 2000.

También aplauden la modificación en la planificación temporal, "de modo que las medidas más interesantes desde el punto de vista ambiental no quedaran relegadas a los últimos años de vigencia del PEIT".

Sin embargo, a juicio de las organizaciones de defensa de la naturaleza, el PEIT aún adolece de "graves problemas" para ser compatible con un transporte sostenible: "no permitirá cumplir con el Protocolo de Kioto y nos convertirá en el país europeo con más kilómetros de autovías y autopistas por habitante, por vehículo y, también, en términos absolutos", denuncian.