Diego Herranz, portavoz de Ecologistas en Acción, manifestó a Servimedia que con esta accin intentan "llamar la atención sobre la falta de control que hay sobre los cultivos de maíz transgénico".

Las mazorcas fueron adquiridas en distintos mercados de Madrid, y en ningún caso el tendero conocía si se trataba de una variedad manipulada genéticamente o no.

España es el país europeo con mayor superficie cultivada de maíz transgénico, con cerca de 20.000 hectáreas distribuidas por distintas comunidades.

Según Herranz, "la Administración española no se cansa de repetir que estos cultios están sometidos a exhaustivos controles, pero a la hora de la verdad no realizan un seguimiento sobre los posibles efectos ni es capaz de determinar en todos los casos si el maíz que consumimos ha sido manipulado".

Mientras algunos miembros de la confederación ecologista registraban su solicitud para que el maíz que presentaron ante Agricultura sea analizado, dos activistas desplegaron una pancarta de grandes dimensiones en la fachada del ministerio con el lema "Transgénicos NO".