La organización ecologista lamentó en una nota que esta situación se haya generado "en buena medida a la pasividad de las administraciones competentes".

Mencionó "dos casos muy graves" de uso de veneno y de otras artes de caza ilegales en sendos cotos de caza de Toledo. Explicó que en uno de ellos, en la finca Castrejón Alto, en el término municipal de Polán, se localizaron diversos cebos, trozos de pollo y de sebo impregnados de insecticida, así como numerosos lazos ilegales y los restos de dos águilas reales y de un gavilán.

En el segundo, en el coto Cambrillos Norte, en el término de Albarreal de Tajo, se encontraron trozos de tortilla de patata precocinada impregnados de un pesticida y recogió la confesión del presunto autor de los hechos.

Ecologistas en Acción recordó que el pasado verano también hubo otro caso en el coto toledano de la Junta de Propietarios San Humberto (Santa Olalla), en el que se localizaron cuatro buitres negros cuya autopsia reveló que habían sido objeto de un envenenamiento que les había provocado una muerte fulminante.

Esta ONG reconoció la labor de los agentes medioambientales que detectaron estos casos, pero indicó que esta labor investigadora "se está viendo truncada por la pasividad de la Delegación de Agricultura en tramitar las denuncias y en tomar medidas de cierre de los cotos de caza, como medio de prevención de mayor número de muertes de especies protegidas o cinegéticas".

Por otro lado, Ecologistas en Acción subrayó que Castilla y León también registra una situación "especialmente preocupante" por el hecho de que el Ejecutivo autonómico "ya está repartiendo el veneno usado anteriormente" para combatir las primeras sospechas de un posible repunte de una plaga de topillos.

Además, afirmó que en Zamora se produjo el pasado 19 de diciembre otro caso de presunto envenenamiento, ya que se recogieron en el paraje denominado "Las Gargantitas", de la localidad de Villar del Buey, varios milanos reales muertos presuntamente por uso ilegal de veneno.

Por todo ello, Ecologistas en Acción exigió que cese "la pasividad de las administraciones ambientales ante estos casos de envenenamientos" y que éstas decreten "la suspensión inmediata de la actividad cinegética de los cotos donde se detecte el uso de veneno".