Según denunció la organización ecologista en un comunicado, la carga radiológica de los trabajadores es actualmente mayor de las previstas. Los operarios que retiraron los pernos de la vasija habrían recibido cargas del orden de 6 "milisievert", cuando deberían haber quedado por debajo e 1.

Ecologistas en Acción criticó además el intento de los propietarios de la central, las autoridades nucleares responsables y la Junta de Extremadura de "minimizar el alcance de un suceso que previamente habían ocultado y cuyas consecuencias están aún por evaluar de forma completa".