Este encuentro había sido pactado entre ambos partidos para los primeros días de septiembre antes del atentado perpetrado la pasada semana en Oyarzun (Guipúzcoa), en el que fueron asesinados dos guardias civiles.

Pese a que el presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, afirmó en su día que con muertos encima de la mesa su partido no mantendría un proceso de conversaciones con la coaición "abertzale", esta primera reunión no se ha suspendido a la espera de que HB vaya alejándose "en la estrategia de la violencia", según manifestó hoy el portavoz de EA, Rafael Larreina.

Si de aquí a septiembre EA aprecia "un clima de normalidad", estudiará la posibilidad de mantener relaciones estables con la coalición radical, que ya mantuvo conversaciones con el PNV, frustradas por la diferencia de criterios.

El partido liderado por Garaikoetxea se encuentra a la espera de que en HB se prodzca un debate "que dé paso a un alejamiento de la violencia", afirmó Larreina, lo que posibilitaría mantener unos contactos y unas conversaciones.

Esta primera reunión entre ambas formaciones permitirá conocer si existen cambios en Herri Batasuna y "se comprobará si es posible abrir un diálogo estable", agregó Rafael Larreina.