La dirección de la prisión reconoció que el equipo médico del centro ha tratado en los últimos días al aristócrata de un sguince de tobillo, pero negaron que haya intentado suicidarse. "Es un bulo que no sabemos por dónde ha salido", dijeron fuentes autorizadas de la prisión.

Las mismas fuentes reiteraron que el duque de Feria hace vida normal -"dentro de la normalidad de una prisión"- y cumple con el mismo horario que el resto de reclusos, saliendo varias horas al día al patio y relacionándose con sus compañeros presos.

Rafael Medina, que sufre una depresión, se mantiene internado en la enfermería de la prisión po prescripción facultativa desde que ingresara en la cárcel en 1993, cuando fue detenido por haberse fotografiado en la bañera con una niña de cinco años a la que había desnudado y junto a tres prostitutas a las que pagaba con droga.

En marzo de 1994, Rafael Medina fue condenado por la Audiencia de Sevilla a 18 años de cárcel. Unos meses después, el Tribunal Supremo redujo la pena a la mitad, aduciendo su toxicomanía.