DROGAS. MAS DE LA MITAD DE LOS PRESOS ESPAÑOLES SON TOXICOMANOS, SEGUN INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

MADRID
SERVIMEDIA

El 54,2% de los reclusos españoles son drogodependientes, según explicó hoy el director general de Instituciones Penitenciarias, Angel Yuste ante la Comisión Mixta para el estudio del problema de las drogs.

De ellos, el 37,7% consume heroína y cocaína en el momento de ingresar en prisión, el 12,2% es adicto a la heroína, el 3,4% a la cocaína y sólo el 7,8% no consume ninguna droga en el momento de entrar en la cárcel.

Entre las medidas para atender a los reclusos toxicómanos, Yuste destacó la expansión de los programas de mantenimiento con metadona, recibidos por 2.500 pacientes diariamente.

Estos programas están ya en el 96% de las prisiones, un crecimiento muy criticado por el senador socilista Octavio Granado, por entender que los presos atendidos con sustitutos de la droga son un número similar, e incluso superior, a los que gozan de programas libres de drogas.

Aunque reconoció que "no es la panacea", el director general de Instituciones Penitenciarias aseguró que en los centros que cuentan con programas de metadona, la conflictividad entre los presos ha disminuido desde su implantación.

Según Angel Yuste, en los módulos terapéuticos que existen en diez prisiones españolas se atndió durante el año pasado a 1.045 reclusos, y otros 515 se acogieron a los servicios de los centros de día, implnatados en nueve centros penitenciarios.

Además, otros 1.974 presos salieron de la cárcel en 1996 para recibir tratamiento en centros ambulatorios y comunidades terapéuticas.

El director general de Instituciones Penitenciarias consideró "razonablemente positiva" la evolución del programa piloto desarrollado en la prisión de Basauri, Vizcaya, donde se realiza un intercambio de jeringuilas como alternativa a los drogodependientes que no admiten el tratamiento con metadona.

A pesar de que este programa no ha sido evaluado en su totalidad, Angel Yuste expresó su esperanza en que la experiencia se pueda extrapolar a otros centros penitenciarios.

La iniciativa trata de evitar en la medida de lo posible el contagio de enfermedades entre los toxicómanos así como el tráfico de las jeringuillas dentro de la prisión, donde la existencia de droga "es un hecho que nadie puede negar", dijo,a pesar de intentar que la cantidad sea la mínima posible y sea requisada por los controles del centro.

(SERVIMEDIA)
11 Nov 1997
CLC