En un comunicado, UNAD considera que la escasa dotación presupuestaria, el aislamiento de los profesionales de la sandad del sistema penitenciario y la falta de coordinación son las principales lacras del actual modelo.

El presidente de esta organización, Antonio Escobar, recuerda que la pérdida de libertad no implica una merma de otros aspectos de calidad de vida y subraya que "los tribunales sólo condenan a la privación de libertad, pero las penas impuestas no incluyen pérdidas de otros derechos inherentes a la condición de ciudadanos, como asistencia sanitaria adecuada o prevención ante riesgos sanitarios".

ras poner de relieve que el propio Ministerio del Interior ha reconocido la deficiente atención sanitaria a reclusos en un informe elaborado por la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria, UNAD precisa que el citado departamento admite que los 13.000 millones de pesetas destinados a dicha materia son insuficientes para lograr la eficiencia en el servicio asistencial a las personas encarceladas. Aproximadamente la mitad de ese dinero se emplea en gastos de personal.

Esta organización añade que elpersonal sanitario de las prisiones españolas también es claramente insuficiente para atender de forma adecuada a la población reclusa, al igual que son escasos otros recursos, como el número de camas para enfermos o la calidad de los medios técnicos.

UNAD reclama a las administraciones una rápida solución a la paulatina disminución de calidad en la asistencia sanitaria del sistema penitenciario ante el peligro de convertir a las prisiones en zonas de alto riesgo sanitario.