En una entrevista concedida a Servimedia, Cabrera explicó que el centro será un complejo residencial de internamiento, dotado con 25 camas y con un presupuesto anual de unos 150 millones de pesetas, que financiará totalmente el Ejecutivo autonómico.

La instalación tendrá su sede en el casco urbano de la capital, y la Agencia Antidroga no cree que sea un proyecto que genere la controversia que ha provocado la "narcosala" de Las Baranquillas. Según Cabrera, es necesario abrir este centro porque los patrones de consumo de droga están cambiando en la Europa occidental y los estimulantes "están enganchando actualmente a mucha gente".

Sobre la "narcosala", el director de la Agencia Antidroga se mostró seguro de que será positivo el informe que hará público el próximo 21 de febrero la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU (JIFE). A su juicio, la ONU "puede no compartir la estrategia de las salas de inyeccin, pero no podrá criticar nunca un lugar que no es una sala pasiva de inyección, sino un dispositivo sociosanitario de captación y reducción del daño".

Entre los proyectos de su departamento, Cabrera señaló que la Comunidad de Madrid firmará en el primer trimestre de este año un acuerdo con los ministerios de Justicia, Interior y Ciencia y Tecnología, para el análisis de cerebros de muertos por sobredosis.

El convenio permitirá que un juez autorice la realización de una autopsia al cerebro de un uerto por sobredosis transcurridos muy pocas horas del fallecimiento del drogadicto, lo que supondrá "poder disponer de los datos más reales del daño que puede hacer la droga en el cerebro".

El director de la Agencia Antidroga también citó entre sus próximos objetivos la apertura en el segundo semestre del año de dos centros de menores con problemas de droga, y la presentación en 2002 de una Ley de Drogodependencias, que incluirá nuevas sustancias como el alcohol, el tabaco y determinados fármacos, y egulará aspectos como la publicidad de bebidas alcohólicas.